La eficiencia es una cualidad que todo médico debe valorar dados los numerosos roles que le toca desempeñar a fin de lograr el buen funcionamiento de su consultorio sin tener que sacrificar la calidad de su vida personal.
Por ello, a continuación te presentamos algunas sugerencias para aprovechar cada minuto del día:
Delega responsabilidades en el consultorio médico
Si has conformado un sólido equipo de colaboradores, apóyate en él. Confía en las decisiones que tomaste previamente para contratar a tus empleados; si decidiste sumarlos a tu círculo de colaboradores es porque son capaces de responder a necesidades que te planteaste previamente, o bien, porque poseen habilidades que tú no.
Conserva el consultorio médico bien abastecido
No es suficiente revisar los medicamentos que tienes almacenados, también debes ocuparte de contar con los suministros necesarios para realizar las tareas de oficina tuyas y de tus trabajadores, eso incluye contar con papelería e, incluso, revisar que haya insumos para que la persona de intendencia se encargue del aseo sin demora, por ejemplo.
Establece sistemas de trabajo
Fijarse una meta es buena idea, pues te permite saber hacia donde te diriges; sin pero los sistemas de trabajo te permitirán avanzar cada día. Si te has propuesto ganar cierta cantidad de pacientes nuevos, determina los pasos que te ayudarán a lograrlo.
Identifica los distractores
Debes prestar atención a cuáles son los objetos, situaciones o personas que pueden causar distracciones en el consultorio médico; en algunos casos, por ejemplo, el silencio que reina es tan grande que la gente se distrae con el menor ruido, si es así, considera amenizar tu empresa de servicios sanitarios con un poco de música, tus pacientes también te agradecerán tener algo en qué entretenerse mientras esperan su cita.
Dedica una parte específica del día a tratar asuntos personales
Tomarte un receso para resolver tu vida personal puede ofrecerte doble beneficio, por un lado te ayudar a mantener en orden tus asuntos y, por otro, te ofrece un momento de descanso para enseguida retomar el trabajo del consultorio médico con energías renovadas.