A propósito de que octubre es el Mes de Sensibilización contra el Cáncer de Mama vale la pena abordar algunos mitos acerca de esta enfermedad. Aunque hoy es demasiado sencillo acceder a la información, uno de los mayores problemas es la proliferación de fake news y datos erróneos. El tema adquiere relevancia cuando se trata de aspectos relacionados con la salud.
Para comprender mejor el impacto del padecimiento es necesario mencionar que tan sólo en México provoca 22 fallecimientos al día. Además en la actualidad es el tumor con la tasa de mortalidad más alta en mujeres.
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Mitos relacionados con el cáncer de mama
Acerca de este punto, la Dra. Karla Centelles, oncóloga médica y aliada de Fundación CTR, comparte algunos de los mitos más frecuentes que escucha en consulta relacionados con el cáncer de mama. Además menciona que en todos los casos se debe acudir siempre a fuentes verificadas cuando se trata de temas de salud.
- La biopsia “riega” el cáncer. Uno de los temores más extendidos entre las pacientes es pensar que al realizar una biopsia se puede diseminar el tumor. La especialista aclara que esto es completamente falso. “La biopsia es un procedimiento seguro y fundamental para confirmar un diagnóstico. El cáncer de mama es un tumor sólido, por lo tanto, no puede romperse ni propagarse al tomar una muestra”.
- No amamantar provoca cáncer de mama. Es otro mito porque embarazarse o amamantar no te “vacuna” contra el cáncer de mama; sin embargo, la lactancia materna involucra cambios hormonales y anatómicos que sí disminuyen el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer de mama. “Mientras más tiempo se amamanta, menor es el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, existen casos en los que las mujeres lo presentan a pesar de haber amamantado, así como muchas otras que no se embarazaron nunca desarrollan la enfermedad”.
- El azúcar alimenta al cáncer. Aunque mantener una dieta balanceada es importante para la salud general, eliminar por completo los azúcares no previene ni detiene el cáncer. “Ningún alimento o dieta puede prevenir o causar cáncer de mama; sin embargo, estudios han descubierto que entre mayor sea el consumo de alcohol, alimentos procesados, carnes rojas y azúcares añadidos, incrementa el riesgo”, enfatiza la oncóloga.
- El uso de desodorantes antitranspirantes causa cáncer. No hay sustento científico que relacione al aluminio —presente en algunos antitranspirantes—, ni a las glándulas sudoríparas con el desarrollo de cáncer de mama. Sin embargo se sigue estudiando la relación de ciertos compuestos encontrados en una variedad de productos, considerados disruptores endocrinos.
- Los remedios naturales o tés pueden sustituir la quimioterapia. Sin duda es uno de los mitos más frecuentes relacionados con el cáncer de mama. Algunas pacientes recurren a tratamientos alternativos o complementarios como tés o extractos herbales que no sólo no curan, sino que también pueden interferir con los medicamentos oncológicos. “Muchas de estas sustancias se metabolizan en el hígado y pueden afectar los tratamientos médicos. Antes de consumir cualquier suplemento o producto natural, es indispensable consultarlo con el médico tratante”, advierte la especialista.
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Datos sobre el cáncer de mama que sí son reales
El cáncer de mama tiene causas complejas y multifactoriales. Hay factores de riesgo que no pueden controlarse, como la edad, el sexo o la genética, pero otros sí como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y evitar el tabaco ayudan a reducir las probabilidades y fortalecer la salud en general.
Aunque la mayoría de los casos se presentan en mujeres mayores de 50 años por las características hormonales de la menopausia, el cáncer de mama puede afectar a mujeres de cualquier edad a partir de la pubertad.
Por ello, la autoexploración mensual, la revisión ginecológica semestral y la mastografía anual a partir de los 40 años son pilares fundamentales de la prevención y detección temprana. En mujeres más jóvenes, se recomienda una revisión clínica anual desde los 25 años y aprender las técnicas adecuadas de autoexploración.
Además es importante estar atentas a signos de alerta como cambios en la textura de la piel (similar a una cáscara de naranja), retracción del pezón o secreciones con sangre, ya que identificar anomalías en etapas iniciales puede marcar la diferencia.
Algo que las mujeres deben saber es que el tratamiento no siempre implica una mastectomía porque el cáncer de mama no se trata igual en todos los casos. Hoy los avances médicos permiten diseñar tratamientos personalizados que incluyen cirugías conservadoras, quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia y terapias dirigidas.