El mundo de los negocios muchas veces es cruel y difícil de navegar. Incluso para tu consultorio, que atiende una necesidad que siempre está presente, hay ocasiones cuando parece especialmente difícil llegar al final del mes sin números rojos.

Pero incluso en una situación donde todo tu consultorio parezca perdido y tengas ganas de solo tirar la toalla y liquidar tu equipo, tal vez todavía haya solución:

Reconoce y acepta los errores

• Tal vez tu consultorio esté en riesgo por una iniciativa que no resultó beneficiosa o a raíz de un trato donde tu socio simplemente no cumplió su parte. En lugar de torturarte por no haber evitado este revés, mantén la cabeza en alto y trata de entender que, en cualquier actividad humana, siempre hay probabilidad de catástrofe. 

Pon tu problema en perspectiva

• Es común que los administradores de cualquier negocio se enfoquen en el desenlace negativo y no presten atención al gran esquema. Antes de adoptar una estrategia anti-crisis, analiza si la situación financiera de tu consultorio puede afectar severamente tus operaciones (como imposibilitarte de pagarle a tus proveedores o personal) o si es un desafío relativamente menor.

En lugar de lamentar, trabaja para solucionar el reto

• De nada sirve que pases días quejándote amargamente de la desgracia que ha caído sobre tu consultorio. Es preferible que revises exactamente qué acciones fueron las que desencadenaron este revés financiero y tomes las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir. Incluso si tu negocio es insalvable, esta reflexión te servirá para tu próximo emprendimiento.

Acepta la situación de tu consultorio como una experiencia de aprendizaje

• Muy relacionado con el punto anterior. Si tomas este desafío como una forma de mejorar de tus errores, incluso puedes crear nuevas iniciativas que te permitan no solo evitar, sino aprovechar el fenómeno que ocasionó la crisis financiera; como un programa de retención de pacientes o un proceso más refinado para la contratación de colaboradores, por mencionar algunos ejemplos.

Recurre a personas de confianza

• Si después de aplicar todos los puntos anteriores la circunstancias de tu consultorio parecen insalvables, tal vez lo que necesitas es una perspectiva distinta. Incluso si solo es para proporcionar apoyo moral o consuelo, siempre puedes hablar con colegas y expertos en la industria para determinar qué hiciste mal y cómo puedes solucionarlo.