Los computadores, las redes y los dispositivos digitales, están presentes en el contexto empresarial, pero, también son parte importante de las tareas que se llevan a cabo en la cotidianidad. Es así, como la tecnología de la información; TI; conjuga estudio, trabajo, diversión, investigación, comunicación y compras, en un mismo lugar. Ya que, a través de un dispositivo conectado a internet, se puede tener acceso a un mundo globalizado con tan solo un clic de distancia.
De ahí, que fuera de los computadores de escritorio usados en las oficinas y en los colegios, se diseñen dispositivos móviles que han ganado gran popularidad. Es así, como los smartphones, las tabletas y los computadores portátiles, ofrecen comodidad, seguridad y ahorro. Lo que hace, que el creciente uso de la tecnología se convierta en un reto para los diferentes países.
Sobre todo, porque la tecnología de la información, debe diseñar y atender las necesidades de telecomunicación de todos sus usuarios. De esta forma, se nota la necesidad de buscar mecanismos para aumentar en forma asertiva la infraestructura de comunicación. Además, de crear esquemas de seguridad para proteger la información que se maneja en la red de redes.
Asimismo, la proliferación de dispositivos móviles y el acceso de un gran número de personas a ellos, han hecho que cambien las condiciones de vida. Por lo tanto, es innegable que se debe aprovechar las ventajas que la tecnología ofrece; pero, también se debe buscar concientizar a cada uno de los miembros de la familia sobre la responsabilidad con respecto a su uso.
La tecnología de la información llego para quedarse
De hecho, podemos observar, que la tecnología de la información, está presente en cada paso que damos. Tanto así, que el internet de las cosas y la inteligencia artificial, van tomando cada vez más espacios. Mostrando que puede ayudar en la limpieza de la casa con pequeños objetos robotizados o controlados de forma remota.
Así mismo, los teléfonos inteligentes pueden conectarse a las funciones de distintos aparatos del hogar. De ahí, que sea posible realizar un monitoreo de espacios accediendo a las cámaras de vigilancia de nuestro apartamento desde la oficina. Además, de permitir hacer un consumo inteligente de energía, programando el apagado de electrodomésticos cuando no se estén necesitando.
Sin embargo, a pesar de las bondades y usos de la tecnología de la información, existen ciertas prácticas que son necesarias para moderar su uso. Ya que, se ha notado, que especialmente los niños y jóvenes, pasan mucho tiempo frente a una pantalla, aumentado el riesgo de desarrollar afectaciones físicas y mentales, que ponen en peligro la salud, el desarrollo y el bienestar.
Buscando un punto de equilibrio
La tecnología de la información y la calidad de vida deben de llegar a un punto de moderación. Donde, se aproveche en forma inteligente el cumulo de oportunidades que ofrece el internet, las aplicaciones móviles y los dispositivos, que se encuentran disponibles en el mercado tecnológico. Sin embargo, también se debe reconocer que puede existir una fina línea que crea dependencia a los aparatos electrónicos.
Igualmente, se reconoce que disminuye la interacción humana, favoreciendo la aparición de problemas emocionales y psicológicos, como la falta de interés, la agresividad, la angustia y el aislamiento. Entendiendo, que, de esta misma manera, se promueve el sedentarismo. Llevando a predisponer el organismo a sufrir de diabetes, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, nefastos para el ser humano. ¡Por tanto es necesario encontrar un punto de equilibrio!