La startup estadounidense Senseonics desarrolló un sensor implantable de nombre Eversense capaz de monitorear los niveles de glucosa de forma continua hasta por tres meses, el cual ha sido el primero en recibir la aprobación de la Comisión Europea para su comercialización en los países a los que el organismo representa.
Eversense se compone de tres elementos: un sensor que se implanta de forma subcutánea y monitorear continuamente la sangre que pasa a través de él utilizando tecnología de fluorescencia; un transmisor con conexión bluetooth que se coloca en el brazo del paciente con diabetes para actuar como glucómetro; y una aplicación móvil que registra y almacena los datos en el smartphone.
La aplicación ofrece la posibilidad de dar seguimiento histórico a los niveles de azúcar en sangre del paciente, pero además permite establecer alarmas que indiquen si se están superando las cantidades recomendadas de glucosa.
El sensor funciona continuamente hasta por 90 días tras ser implantado, pero transcurrido este tiempo debe ser sustituido por otro.
Imagen: Sensonics