Tu consultorio es el lugar donde pasas la mayor parte de tu tiempo, quizá 9 ó 10 horas, pero a veces es posible que ese número de horas se extienda por más tiempo por lo que tu consultorio termina siendo tu segundo hogar.
Si te encuentras en esa situación, entonces debes trabajar para que tu espacio de trabajo tenga un ambiente sano y agradable. Guíate con los siguientes tips:
- Escritorio. Procura que sea de buen tamaño o que éste se ajuste al espacio de tu consultorio. No olvides agregar una cajonera para guardas tus objetos personales.
- Computadora personal. Si fuera el caso, cuida que el monitor quede perpendicular a la ventana para evitar reflejos.
- Una silla cómoda. Adquiere una que sea ergonómica para que la postura de tu cuerpo sea cómoda y para evitar al final del día, dolores de espalda o cuello.
- Bote de basura. Además del recipiente que usas para desechos biológicos, ten a la mano un separador de desechos orgánicos e inorgánicos.
- Teléfono. Debe estar cerca de ti, tanto como el bote de basura.
- Ten una jarra o garrafón con agua a la mano. Si pasas mucho tiempo encerrado en tu consultorio, es muy importante que te mantengas hidratado. Procura mantenerlo alejado de tu escritorio, así te obligarás a levantarte por lo menos cada hora para que camines y muevas tu cuerpo un poco.
- Coloca una canasta de frutas o una planta. Hazlo para armonizar tu escritorio y evitar que éste se convierta en un archivero lleno de papeles y cosas sin orden.
- Escritorio libre de papeles. Sólo mantén en él los documentos con los que estás trabajando en ese momento, como el historial médico de tu paciente en turno.
- Disminuye la fatiga. Procura que la iluminación sea blanca. Coloca cortinas o filtros que ayuden a regular la cantidad de luz natural si tu consultorio tiene una ventana que da a la calle.
Se trata de consejos simples, pero te recomendamos que recorras tu consultorio con la vista y detectes aquellas cosas en las que puedes mejorar.