Científicos de la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, crearon un sensor eléctrico capaz de detectar diversos tipos de bacterias y su reacción ante los antibióticos en cuestión de minutos, a diferencia de métodos tradicionales que demoran en esta tarea horas e, incluso, días en función de la cepa.
El sistema vigila la osmorregulación de las bacterias para distinguir sus células vivas de las muertas, ya que es capaz de detectar cualquier modificación de la conductividad eléctrica derivada de cambios en la entrada y salida de agua, sales minerales y otras sustancias a través de la membrana celular.
Con ello, señalan sus creadores, sería posible no sólo elegir cuál tratamiento médico es el más indicado para combatir determinada bacteria infecciosa, también para mejorar los controles de seguridad alimentaria.
La principal ventaja de esta tecnología descrita en Proceedings of the National Academy of Sciences, es que cuenta con cientos de sensores, cada uno de ellos preparado para identificar un tipo específico de bacteria y su reacción ante un antibiótico en concreto.
“No cabe duda de que los resultados de la medición fisiológica no son sólo más rápidos, sino también superiores a los métodos tradicionales”, comentó Muhammad Ashraful Alam, líder del ensayo que probó la eficacia del chip con bajas concentraciones de bacterias vivas y muertas de E. coli, Salmonela y S. epidermidis.
Los investigadores obtuvieron una patente provisional a través de la Oficina de Comercialización de Tecnología de la Fundación de Investigación de Purdue, y esperan seguir perfeccionando el sistema.
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