El resfriado en bebés y niños pequeños es una de las afecciones más comunes durante los primeros años de vida. Aunque suele ser leve, puede causar molestias como congestión nasal, fiebre baja y malestar general. Saber cómo prevenir el resfriado infantil y cómo tratarlo adecuadamente es clave para su bienestar.
¿Qué causa el resfriado infantil?
El resfriado común es causado por virus que se transmiten fácilmente por el aire o por contacto con superficies contaminadas. Los niños pequeños, al tener un sistema inmunológico en desarrollo, son más propensos a contraer resfriados, especialmente en guarderías o durante el otoño e invierno.
Cómo prevenir el resfriado infantil
- Lavar las manos frecuentemente con agua y jabón, sobre todo antes de comer y después de salir a la calle.
- Evitar el contacto con personas resfriadas, especialmente en espacios cerrados.
- Mantener la lactancia materna el mayor tiempo posible, ya que fortalece el sistema inmune.
- Ventilar bien los espacios del hogar y mantener una buena higiene en juguetes y objetos de uso común.
- Abrigar adecuadamente sin excederse, ya que los cambios bruscos de temperatura también influyen.
Tratamiento para el resfriado en bebés y niños
No existe una cura específica para el resfriado común, pero sí hay formas de aliviar los síntomas:
- Usar suero fisiológico y aspirador nasal para descongestionar.
- Mantener una buena hidratación, ofreciendo agua o leche materna.
- No administrar medicamentos sin prescripción médica, especialmente en bebés.
- Controlar la fiebre solo si lo indica el pediatra.
- Brindar descanso y atención amorosa, clave para una recuperación más rápida.
¿Cuándo consultar al pediatra?
Si el resfriado en bebés dura más de 5 días, presenta fiebre alta o dificultad para respirar, es fundamental acudir al pediatra.
Con prevención y cuidados adecuados, los resfriados pueden manejarse de forma segura en casa.