En fechas recientes el concepto health literacy ha ganado notoriedad. En especial con el apogeo de las redes sociales se ha modificado la forma en que una persona se comunica con los demás. Lo mismo ha ocurrido con la manera en que se consumen noticias o cualquier otro tipo de contenido.
¿Qué significa health literacy?
En su traducción literal del inglés es un término que significa alfabetización en salud. Por lo tanto, se refiere a la capacidad de una persona para encontrar, comprender y utilizar información y servicios sanitarios para tomar decisiones informadas sobre su bienestar y el de los demás.
Una aclaración importante es que va más allá de simplemente leer folletos médicos. Además implica la habilidad de procesar información compleja, navegar por el sistema de salud y comunicarse eficazmente con los médicos.
Además los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) afirman que la alfabetización en salud también abarca la capacidad de aplicar esa información para mantener un buen estilo de vida y abordar los posibles problemas sanitarios que puedan ocurrir.
¿Cuáles son sus beneficios?
La correcta aplicación del health literacy ofrece numerosos beneficios tanto para los pacientes como para el sistema de salud en general.
Para los pacientes
- Mejores decisiones de salud: Las personas con alta alfabetización en salud están mejor equipadas para comprender sus opciones de tratamiento, seguir las indicaciones médicas y tomar decisiones informadas sobre su bienestar.
- Mejor manejo de enfermedades crónicas: Pueden entender mejor cómo controlar sus condiciones, seguir planes de medicación y reconocer signos de alarma.
- Mayor uso de servicios preventivos: Son más propensos a participar en exámenes de detección, vacunaciones y otras medidas preventivas.
- Mejor comunicación con los médicos: Pueden hacer preguntas relevantes, expresar sus preocupaciones y comprender las explicaciones de los profesionales de la salud.
- Mayor autonomía y control sobre su salud: Se sienten más empoderados para participar activamente en su propio cuidado.
- Menor riesgo de errores en la medicación: Entienden mejor las dosis, los horarios y las posibles interacciones de sus medicamentos.
- Mejores resultados de salud en general: Estudios han demostrado una correlación entre una alta alfabetización en salud y mejores indicadores de salud.
Para los sistemas de salud
- Menor utilización de servicios de emergencia y hospitalizaciones: Las personas con buena alfabetización en salud tienden a utilizar más los servicios preventivos y a manejar mejor sus enfermedades en casa, lo que reduce la necesidad de atención urgente.
- Reducción de costos de atención médica: Al prevenir enfermedades y complicaciones, se disminuyen los gastos asociados a la atención sanitaria.
- Mayor eficiencia en la atención: Los pacientes informados pueden participar de manera más efectiva en sus consultas, lo que ahorra tiempo y mejora la comunicación.
- Mayor confianza en el sistema de salud: Cuando los pacientes comprenden la información y se sienten involucrados en sus decisiones, la confianza en los proveedores y el sistema aumenta.
- Mejora de la salud pública: Una población con mayor alfabetización en salud está mejor preparada para responder a problemas de salud pública y adoptar comportamientos saludables a nivel comunitario.
¿De qué forma se aplica?
La alfabetización en salud se aplica de diversas maneras, tanto a nivel individual como organizacional y colectivo.
A nivel individual
- Desarrollo de habilidades: Mejorar las habilidades de lectura, escritura, comprensión oral y numérica relacionadas con la salud.
- Búsqueda de información confiable: Aprender a identificar fuentes de información de salud creíbles y a distinguir entre información basada en evidencia y rumores.
- Comunicación efectiva: Practicar cómo hacer preguntas claras a los profesionales de la salud y cómo expresar las propias necesidades y preocupaciones.
- Autocuidado: Adquirir conocimientos y habilidades para manejar la propia salud, como seguir dietas saludables, hacer ejercicio y controlar enfermedades crónicas.
A nivel organizacional (proveedores de salud, hospitales, aseguradoras)
- Comunicación clara y sencilla: Utilizar un lenguaje claro, evitar la jerga médica y proporcionar información en formatos accesibles (visual, auditivo).
- Diseño de materiales fáciles de entender: Crear folletos, formularios y sitios web con un diseño intuitivo, utilizando fuentes legibles e incluyendo imágenes y gráficos explicativos.
- Técnica de “enseñar de vuelta” (teach-back): Pedir a los pacientes que repitan la información clave con sus propias palabras para asegurar la comprensión.
- Apoyo a la navegación del sistema de salud: Ofrecer guías y personal de apoyo para ayudar a los pacientes a entender cómo funciona el sistema, cómo programar citas y cómo acceder a los servicios.
- Consideraciones culturales y lingüísticas: Proporcionar información en los idiomas predominantes de la comunidad y tener en cuenta las diferencias culturales en la comunicación y la comprensión de la salud.
- Capacitación del personal: Enseñar a los profesionales de la salud técnicas de comunicación efectiva y estrategias para abordar las necesidades de pacientes con baja alfabetización en salud.
A nivel comunitario y de políticas públicas
- Campañas de concientización: Informar al público sobre la importancia de la alfabetización en salud y ofrecer recursos para mejorarla.
- Programas educativos: Implementar programas en escuelas y comunidades para desarrollar habilidades de alfabetización en salud desde una edad temprana.
- Políticas que promuevan la claridad en la información de salud: Establecer estándares para la legibilidad y comprensibilidad de los materiales de salud.
- Colaboración intersectorial: Involucrar a educadores, comunicadores, organizaciones comunitarias y otros sectores para abordar la alfabetización en salud de manera integral.
A manera de conclusión, el health literacy es una habilidad fundamental para que los pacientes puedan comprender más sobre la importancia del autocuidado y logren tener una mejor relación con los profesionales de la salud.