La realización simultánea de cirugía bariátrica y trasplante de hígado en pacientes con obesidad severa es segura y mejora los resultados de salud a largo plazo, según un estudio reciente de Mayo Clinic. Este enfoque combinado abre nuevas posibilidades para mejorar la calidad de vida de miles de personas.
El estudio de 10 años de duración fue publicado en el Journal of Hepatology. Consistió en comparar pacientes que recibieron solo el trasplante de hígado con aquellos que han sido sometidos tanto a un trasplante del órgano mencionado junto a una cirugía bariátrica.
Beneficios del trasplante de hígado y cirugía bariátrica de forma simultánea
El enfoque combinado resultó en una pérdida de peso continua, un menor riesgo de diabetes tipo 2 y un menor riesgo de recurrencia de la enfermedad del hígado graso. Es importante subrayar que el procedimiento combinado no presentó riesgos adicionales en comparación con el trasplante de hígado aislado.
“Estamos impresionados por la transformación que están experimentando nuestros pacientes. Este doble enfoque previene las complicaciones a largo plazo de la obesidad, como la diabetes, enfermedades cardíacas y el cáncer, y también previene la recurrencia de la enfermedad del hígado graso”, afirma la Dra. Julie Heimbach, directora del Centro de Trasplantes de Mayo Clinic en Minnesota y autora principal del estudio.
¿Cómo se relacionan la obesidad y la enfermedad hepática?
La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés), anteriormente conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Se trata de una condición en la que el exceso de grasa se acumula en el hígado, pudiendo causar inflamación, fibrosis y enfermedad hepática avanzada. Pacientes con un IMC de 40 o más tienen más probabilidades de ser rechazados para el trasplante debido al peso.
“Como la MASLD es una de las principales causas de insuficiencia hepática, tiene todo el sentido proteger el nuevo hígado, un órgano precioso y vital, de los mismos daños que llevaron al paciente a necesitar un trasplante inicialmente. La combinación de los dos procedimientos de forma segura protege el hígado trasplantado y puede tener importantes beneficios para la salud de estos pacientes”, dice el Dr. Todd Kellogg, cirujano bariátrico en Mayo Clinic y coautor del estudio.
¿Qué pasa con el uso de los nuevos medicamentos recetados para la pérdida de peso?
Cada vez se utilizan nuevos medicamentos para adelgazar, como los GLP-1, los cuales ayudan a algunos pacientes antes y después del trasplante a controlar su peso.
Aún así, los expertos de Mayo Clinic señalan que la cirugía bariátrica sigue siendo una opción importante para los pacientes con obesidad severa debido a su seguridad, eficacia comprobada y resultados duraderos.
Otro estudio reciente de Mayo Clinic relacionado con pacientes de trasplante renal respalda esta afirmación.
“Los pacientes de los que hablamos realmente tienen un exceso de peso significativo. El problema con los medicamentos GLP-1 es que son eficaces para la pérdida de peso y ofrecen otros beneficios que se están identificando, pero pueden no ser suficientes para que estos pacientes con obesidad severa alcancen y mantengan su objetivo de un peso más saludable a largo plazo”, explica la Dra. Heimbach.
Reunir a expertos de diferentes especialidades médicas es esencial en el tratamiento de estos pacientes, afirma el Dr. Ty Diwan, cirujano especializado en trasplantes en Mayo Clinic y coautor del estudio.
“Este estudio demuestra que el cuidado de estos pacientes complejos va más allá del propio trasplante. La atención multidisciplinar es necesaria para maximizar los resultados en los pacientes, y eso es precisamente lo que reflejan estos datos. Al reunir a expertos de áreas muy distintas, hemos mejorado la atención médica y los resultados generales de salud de los pacientes”, señala el Dr. Diwan.