Durante los últimos años se ha incrementado el consumo de medicamentos para adelgazar. No importa el motivo pero la parte más importante es siempre seguir las indicaciones de los profesionales de la salud. Aunque algo que muchas personas desconocen es que este proceso de pérdida de peso acelerada puede tener consecuencias visibles en el rostro y cuerpo.
Gran parte del éxito de este tipo de tratamientos se debe al panorama actual. Tan sólo en México el 70% de la población padece sobrepeso y casi una tercera parte sufre de obesidad.
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Riesgos del consumo de medicamentos para adelgazar
No es un tema menor porque la obesidad es una enfermedad y factor de riesgo para el desarrollo de problemas de salud graves. Por tal motivo los medicamentos para adelgazar hoy son una alternativa a otras opciones como la cirugía bariátrica; sin embargo, es necesario conocer sus riesgos.
Aunque estos tratamientos son eficaces para la pérdida de peso acelerada, el cambio en la estructura de la piel puede afectar el equilibrio facial, lo que provoca la disminución de los compartimentos de grasa que dan la apariencia de un rostro caído, flácido y con piel seca y sin brillo.
Al respecto, el cirujano plástico Fabio Lopes Saito, quien es director de Educación Médica de Galderma Brasil y Latam, asegura que la pérdida de grasa que normalmente estira y acolchona la piel brinda una apariencia más juvenil. Además la pérdida de colágeno, elastina y nutrientes esenciales como los ácidos grasos impactan en la calidad de la piel, la definición y el contorno facial. En ambos casos, puede existir una disminución de volumen y un aumento de la flacidez.
De acuerdo con un estudio reciente de la Universidad de Kansas en Estados Unidos, los pacientes que usan medicamentos para adelgazar pueden parecer menos radiantes e incluso más envejecidos que las personas de si misma edad.
¿Cómo preservar la apariencia saludable de la piel del rostro?
En este contexto, surge un nuevo desafío para los profesionales de la salud sobre cómo conciliar la búsqueda de la pérdida de peso y, al mismo tiempo, preservar la apariencia saludable del rostro.
Por ello es importante informar a sus pacientes sobre los posibles impactos que la pérdida de peso acelerada puede tener en la piel del rostro y así ofrecer soluciones personalizadas y seguras que ayuden a mitigar estas adversidades.
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Para recuperar la densidad y el soporte de la piel, y al mismo tiempo mantener la apariencia del rostro adelgazado, existen procedimientos estéticos como el bioestimulador de colágeno, una sustancia inyectable compuesta por ácido poli-L-láctico (PLLA), que estimula la producción natural de colágeno en la piel.
Si bien el impacto del adelgazamiento es variable e individual, y muchas veces los pacientes necesitan tratamientos asociados para la reestructuración facial, esto es posible con inyectables de ácido hialurónico que proporcionan resultados inmediatos y duraderos brindando soporte y volumen a varias áreas, como los pómulos, la mandíbula, el mentón y los labios, además de promover una hidratación profunda de la piel, con los llamados skinboosters.
El Dr. Saito recalca que lo importante en este proceso es el acompañamiento de un médico certificado que proporcione un diagnóstico personalizado que oriente y ofrezca las mejores soluciones para que cada paciente alcance sus objetivos de manera segura y satisfactoria.