La salud no depende únicamente de factores biológicos o del acceso a servicios médicos. Existen elementos clave llamados determinantes sociales de la salud que influyen profundamente en el bienestar de las personas. Estos determinantes incluyen el nivel educativo, el ingreso económico, el acceso a vivienda digna, el entorno físico, el empleo, la alimentación, y el tejido social, entre otros. Su impacto es aún más evidente en poblaciones vulnerables.
¿Qué entendemos por poblaciones vulnerables?
Se considera población vulnerable a aquellos grupos que, por razones estructurales, sociales o económicas, enfrentan mayor riesgo de enfermar, tener un acceso limitado a servicios de salud o vivir en condiciones que afectan negativamente su bienestar. Esto incluye comunidades indígenas, personas en situación de pobreza, migrantes, mujeres en contextos de violencia, adultos mayores solos, personas con discapacidad o en situación de calle, entre otros.
Cómo afectan los determinantes sociales
Imaginemos a una persona viviendo en una zona rural con escaso acceso a transporte público. Si tiene una enfermedad crónica, le resultará más difícil acudir al médico o seguir un tratamiento. Si, además, vive con bajos ingresos, probablemente su alimentación no sea adecuada, tenga una vivienda precaria y no pueda pagar medicamentos. La salud, en este caso, no depende solo del sistema sanitario, sino de un cúmulo de condiciones sociales.
Estos determinantes pueden generar desigualdades en salud, es decir, diferencias evitables y sistemáticas en el estado de salud entre distintos grupos sociales.
Hacia una respuesta integral para las poblaciones vulnerables
La solución no está únicamente en mejorar los hospitales o aumentar la cantidad de médicos. Se requiere un enfoque multisectorial que incluya políticas públicas en educación, vivienda, empleo, protección social y urbanismo. La coordinación entre salud y otros sectores es esencial.
Además, es fundamental la participación comunitaria: que las personas de estas poblaciones puedan expresar sus necesidades, ser escuchadas y formar parte de las decisiones que afectan su salud.
Mejorar la salud en poblaciones vulnerables pasa por entender que las enfermedades no surgen en el vacío. Las condiciones de vida marcan la diferencia. Abordar los determinantes sociales es una vía ética y efectiva para construir una sociedad más equitativa y saludable para todos.