Uno de los problemas más graves que enfrenta México es el déficit de médicos. El panorama actual es el resultado de varias décadas de abandono y el poco interés de los gobiernos. Las consecuencias se pueden observar en los hospitales porque los tiempos de espera para acceder a una consulta o cirugía cada vez son mayores.
Para poner en contexto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que hay aproximadamente 2.4 médicos por cada 1,000 habitantes en México. La cifra coloca al país en una posición baja en comparación con otros países miembros.
Como ejemplo, hay naciones como Noruega, Austria, Portugal y Grecia que superan los 5 médicos por cada 1,000 habitantes. Mientras que la recomendación internacional es contar con al menos 3.7 médicos por cada millar de habitantes.
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¿A cuánto asciende el déficit de médicos en México?
El último reporte de la Secretaría de Salud (SSA) apuntaba en 2022 que había un déficit estimado de 188 mil médicos en México. La misma institución reportaba al año siguiente que se requerían 200 mil médicos generales y especialistas profesionales de la salud para dar atención a personas sin seguridad social.
Para el Dr. Alberto Lifshitz Guinzberg, asesor académico de St. Luke, el déficit de médicos en México no se resolverá únicamente aumentando la matrícula. Afirma que se requiere un modelo que forme profesionales completos: técnicamente competentes, empáticos y capaces de enfrentar la presión de la práctica médica.
Esta necesidad de contar con médicos mejor preparados y con una formación integral ha impulsado la creación de modelos educativos en los que se integra la excelencia académica, la experiencia clínica temprana y una sólida ética humanista.
“Nos enfocamos en preparar médicos técnicamente competentes, empáticos y socialmente comprometidos, capaces de transformar realidades. Por ello, uno de nuestros diferenciadores es la introducción temprana a la práctica clínica, combinada con simuladores médicos de alta tecnología y rotaciones en hospitales públicos y privados”.
La tecnología al servicio de los estudiantes
El reto no es solo numérico. La medicina moderna exige habilidades técnicas, criterio clínico, ética profesional y resiliencia emocional. En distintas partes del mundo, las escuelas y hospitales han incorporado simuladores de alta fidelidad para recrear escenarios como terapia intensiva o salas de urgencias, y así entrenar destrezas sin riesgo para el paciente.
Cuando los estudiantes tienen contacto con simuladores médicos de alta fidelidad desde los primeros semestres, sumado a prácticas tanto en instituciones de salud públicas y privadas se busca formar profesionales con una comprensión integral de la medicina, más allá del conocimiento técnico; porque estas herramientas les permitirán enfrentar desde el inicio los retos cotidianos del sistema de salud mexicano.
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Uso de la telemedicina en México
En México el impulso de la telemedicina es cada vez más frecuente. Este año por ejemplo, el IMSS dio a conocer la implementación de la telemedicina a nivel nacional, con el objetivo de proponer mejores alternativas de diagnóstico y tratamiento, así como agilizar las interconsultas y mejorar la referencia de pacientes pediátricos oncológicos.
De igual manera empresas especializadas en tecnología para la salud desde hace algunos años han fomentado la digitalización y automatización en el sector en el país, mediante el uso de inteligencia artificial (IA) y análisis de datos avanzada, para ayudar a las instituciones de salud a optimizar los flujos de trabajo y mejoran la precisión diagnóstica.
Formar doctores competentes, por sí solo, no es suficiente para combatir el déficit de médicos en México. Ahora se requieren profesionales que, además de dominar la ciencia, sepan escuchar, entender y actuar con empatía frente a realidades complejas.
