La falsificación de medicamentos es un tema bastante serio por dos motivos principales. En primer lugar pone en riesgo la salud de las personas que los consumen y también porque es un delito grave. A pesar de lo anterior, esta práctica ilícita se encuentra en aumento en gran parte del mundo.
Por su parte, el consumo de medicinas apócrifas también genera una falsa sensación de seguridad en los pacientes. Otro punto a considerar es que esta tendencia también es nociva para la industria farmacéutica porque le genera pérdidas millonarias.
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Falsificación de medicamentos, una tendencia que va a la alza
De acuerdo con una investigación publicada en Statista y basada en los últimos datos del Instituto de Seguridad Farmacéutica, los eventos relacionados con la falsificación de medicamentos prácticamente se han triplicado durante la última década.
Mientras en el 2013 hubo 2,193 denuncias relacionadas con incidentes de delitos farmacéuticos, para el 2023 la cifra fue de 6,897 y es la más alta desde que comenzaron los registros hace 20 años.
1 de cada 10 medicamentos que se vende en el mundo es falso
Con respecto a este tema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene un dato bastante alarmante. Estima que el 10% de los productos médicos en circulación en los países en desarrollo son falsificados o de una calidad inferior.
La mayor preocupación es que este tipo de fármacos ilícitos o no oficiales no funcionan para curar enfermedades porque se desconocen sus componentes. Además, en muchos casos pueden generar condiciones peores que las iniciales o incluso ser mortales.
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¿En dónde hay mayor falsificación de medicinas?
Con respecto a la distribución geográfica de las incautaciones de productos farmacéuticos falsificados, el mayor número se registró en América del Norte (2,340), seguida de Asia-Pacífico (1,908).
Esta situación se debe en gran medida a la eficacia con que los países de estas regiones identifican los delitos farmacéuticos a través de la actividad policial y las inspecciones de los organismos reguladores de los medicamentos.
Al mismo tiempo, el Instituto de Seguridad Farmacéutica afirma que la falta de financiación o unas estructuras reguladoras inadecuadas pueden hacer que los medicamentos falsificados pasen desapercibidos.
De acuerdo con el organismo, “las regiones con un número aparentemente bajo de incidentes no necesariamente están exentas de los delitos farmacéuticos ni presentan un menor riesgo de estos. Debido a las prioridades contrapuestas de las fuerzas del orden, la falta de financiación o las estructuras regulatorias inadecuadas en ciertas regiones del mundo, los medicamentos falsificados a menudo pasan desapercibidos”.