Con capacidad de beneficiar a más de 1,5 millones de personas, Puebla inauguró el Centro Poblano de Salud Mental Integral para Niñas, Niños y Adolescentes (Ceposami), un modelo pionero de atención gratuita en salud mental infantil que será replicado en otros estados. La apertura responde al aumento de trastornos emocionales en la infancia y adolescencia tras la pandemia y plantea el reto de garantizar su sostenibilidad en un país con déficit de especialistas.
Un parteaguas en la salud mental infantil en México
La inauguración del Ceposami marca un precedente histórico: por primera vez, México cuenta con un centro integral de salud mental dirigido exclusivamente a niñas, niños y adolescentes. Ubicado en las antiguas instalaciones de Casa Puebla, el complejo intervino más de 2.600 m² y ofrecerá servicios gratuitos que incluyen atención psicológica, psiquiatría, hospitalización breve, terapias grupales y alternativas como equinoterapia y caninoterapia.
Según cifras oficiales, el nuevo espacio tiene la capacidad de beneficiar a 1 millón 542 mil personas en el estado, y el DIF Nacional confirmó que será replicado en otras entidades como modelo prioritario de atención.
Salud mental infantil: una crisis creciente
La depresión afecta al 4,8% de los adolescentes mexicanos, y alrededor del 40% de los jóvenes entre 12 y 17 años presenta algún trastorno mental cada año, según estudios poblacionales. Más de la mitad de estos casos requiere atención especializada, pero la infraestructura y el personal han sido insuficientes.
Tras la pandemia de COVID-19, la incidencia de ansiedad, depresión y crisis emocionales aumentó significativamente, lo que refuerza la urgencia de espacios como el Ceposami.
Comparación internacional: el caso de España
La experiencia mexicana guarda similitudes con la estrategia de España, donde en 2022 se inauguró la primera Unidad de Salud Mental Infantil y Adolescente dentro del Sistema Nacional de Salud. Al igual que el Ceposami, se diseñó con un enfoque multidisciplinario y gratuito, pero enfrenta el mismo reto: la escasez de psiquiatras infantiles y psicólogos clínicos.
Mientras España busca reforzar la detección temprana en escuelas, México deberá articular el Ceposami con la atención primaria y el sistema educativo para lograr un impacto sostenible.
Fortalezas y retos del modelo Ceposami
Fortalezas:
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Atención gratuita y universal.
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Integración de terapias convencionales y alternativas.
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Respaldo institucional del DIF Nacional para su réplica.
Retos:
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Garantizar financiamiento estable.
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Resolver el déficit de especialistas en salud mental infantil.
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Evitar brechas de cobertura en zonas rurales y marginadas.
Implicaciones para la política pública nacional
La OMS advierte que más del 50% de los trastornos mentales inician antes de los 14 años, lo que subraya la importancia de la intervención temprana. El Ceposami representa un paso decisivo, pero su éxito dependerá de tres ejes:
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Articulación con atención primaria y escuelas para detección oportuna.
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Formación y retención de profesionales especializados.
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Evaluación del impacto en salud pública, con indicadores claros de efectividad.
El Ceposami en Puebla coloca a México en la ruta hacia un modelo nacional de salud mental infantil, con instalaciones especializadas y atención gratuita. Si bien abre un horizonte esperanzador, el desafío será garantizar su sostenibilidad y expansión con equidad, para que el derecho a la salud mental de niñas, niños y adolescentes se convierta en una política pública real y no en un esfuerzo aislado.