La atención médica siempre debe estar centrada en el paciente pero también hay otros objetivos que pueden cumplir los centros de salud. Con esto en mente, en fechas recientes surgió el concepto conocido como hospitales verdes. Se trata de una modalidad en la que también se involucra el medio ambiente para evitar contribuir a problemas actuales como la contaminación y el cambio climático.
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¿Qué son los hospitales verdes?
Los hospitales verdes son las instituciones de atención médica que reconocen la conexión intrínseca entre la salud humana y el medio ambiente. Por lo tanto, promueven la salud pública pero también reducen continuamente su impacto ambiental y minimizan su contribución a la carga de morbilidad.
Para decirlo en palabras claras, se trata de nosocomios que buscan sanar a los pacientes pero sin enfermar al planeta.
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Principales características de los hospitales verdes
Los centros de salud por lo regular son grandes consumidores de energía y recursos, además de generar grandes cantidades de residuos y emisiones contaminantes. Con esto en mente, la Agenda Global para Hospitales Verdes y Saludables establece 10 objetivos interrelacionados que deben cumplir las instituciones para mostrar preocupación por el medio ambiente.
- Liderazgo sostenible. Priorizar la salud ambiental como un imperativo estratégico y un compromiso de la dirección, integrándolo en la misión y visión del hospital.
- Sustancias químicas seguras. Eliminar o reemplazar sustancias químicas peligrosas utilizadas en la limpieza, desinfección y procesos médicos (como el mercurio y algunos biocidas) por alternativas más seguras y menos tóxicas.
- Gestión de residuos. Implementar programas rigurosos de reducción, reutilización y reciclaje de residuos no peligrosos, y gestionar de forma segura los residuos médicos y peligrosos, evitando la incineración contaminante.
- Eficiencia energética y climática. Reducir significativamente el consumo de energía e invertir en fuentes de energía renovable (como paneles solares) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y su contribución al cambio climático.
- Agua sostenible. Implementar tecnologías para reducir el consumo de agua, especialmente en sistemas de enfriamiento, lavandería y jardinería, y gestionar las aguas residuales de manera responsable.
- Edificios verdes. Aplicar principios de diseño sostenible en la construcción o remodelación, utilizando materiales de bajo impacto ambiental y optimizando el diseño arquitectónico para aprovechar la luz natural y la ventilación.
- Transporte sostenible. Fomentar el uso de vehículos eficientes o eléctricos, promover el transporte público, la bicicleta o el uso compartido para el personal y los pacientes.
- Alimentos sostenibles. Servir alimentos saludables producidos localmente y de manera sostenible, priorizando opciones sin pesticidas y reduciendo el consumo de carne roja para minimizar la huella de carbono.
- Compras sostenibles. Adquirir productos y servicios que sean energéticamente eficientes, libres de químicos peligrosos, producidos éticamente y que generen menos residuos (por ejemplo, batas reutilizables en lugar de desechables).
- Apoyo comunitario. Promover la salud ambiental de la comunidad a través de la educación, el apoyo a programas de aire limpio y el desarrollo económico local.
