La medicina se basa en la ciencia y uno de sus principios es que todo se debe comprobar. A pesar de lo anterior existen diversas supersticiones en los hospitales y clínicas que muchas veces son reconocidas por los profesionales de la salud. Desde dibujar un gato negro invertido hasta evitar afirmar que una guardia está “tranquila” son algunas de las tradiciones más comunes.
Dentro del entorno médico suelen ser mal vistos algunos aspectos como los remedios mágicos y la herbolaria. En especial porque no tienen un sustento científico y su utilidad nunca se ha demostrado. Por lo mismo, es extraño e incluso contradictorio que en pleno siglo 21 los doctores sigan algunos rituales poco creíbles.
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Pero antes, ¿qué es una superstición?
Una superstición es una creencia o práctica irracional que atribuye una explicación mágica o sobrenatural a la generación de fenómenos, procesos y sus relaciones, sin que exista ninguna base lógica, científica o evidencia empírica que la respalde.
Para decirlo de otra forma, es una forma de pensamiento mágico que establece una conexión causal (de causa y efecto) entre dos eventos que en realidad no están relacionados.
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Supersticiones en hospitales y su posible origen
Dicho todo lo anterior, a continuación te compartimos algunas de las supersticiones dentro de los hospitales que son más comunes. Todas tienen en común que se han practicado durante generaciones y en el presente se mantienen vigentes.
- La palabra “prohibida”. Pronunciar la palabra “tranquilo” o frases similares (como “hoy la guardia está muy calmada”) está estrictamente prohibido, especialmente en urgencias. Todo surgió a partir de la ansiedad y el estrés del entorno hospitalario. El personal médico menciona que hay una posible correlación (aunque sea falsa) entre declarar la calma y la llegada repentina de casos graves o el aumento de la carga de trabajo.
- La influencia de la Luna llena. Existe una creencia de que las lunas llenas o los eclipses provocan un aumento en la carga de trabajo (más ingresos, partos o complicaciones) en áreas como urgencias, ginecología y pediatría. Está profundamente arraigada en el folclore histórico, donde la Luna se vinculaba con la locura o el cambio (de ahí la palabra “lunático”).
- El “salado”. Identificar a un colega (médico, enfermero) que, sin importar el día o el área, siempre parece atraer la mala suerte o las dificultades durante la jornada laboral. Es una manifestación de la necesidad de encontrar una causa externa a los fallos o los días difíciles. En un entorno de alto riesgo y agotamiento, culpar al “salado” es una manera (injusta) de aliviar la presión sobre el equipo y descargar la frustración.
- Rituales pre-quirúrgicos. Algunos cirujanos o anestesiólogos tienen rituales muy específicos antes de entrar al quirófano, como usar calcetines de un color específico, escuchar una lista de reproducción concreta o seguir una secuencia estricta de vestimenta. Su origen es psicológico: el ritual ayuda al profesional a inducir un estado de hiperconcentración y confianza, lo que reduce el estrés y la sensación de incertidumbre en un procedimiento de alto riesgo.
- Dibujar un gato negro. Una de las supersticiones en los hospitales más comunes consiste en dibujar un gato negro (a veces boca abajo) en un pizarrón como símbolo de buena suerte para tener una guardia tranquila. Es una inversión irónica del folclore tradicional. El gato negro suele ser un signo de mala suerte, por lo que su representación o “neutralización” es un acto mágico para alejar el mal augurio y asegurar una jornada sin complicaciones.
Y en tu caso, ¿qué otras supersticiones dentro de los hospitales conoces?
