En salud, vender no basta: hay que generar confianza, porque la reputación de la marca y la continuidad del negocio dependen de la credibilidad que perciben pacientes, médicos y socios de la cadena de suministro.
Contexto:
El marketing social no se limita a promocionar productos; conecta marcas con causas, educa a la población y, al hacerlo, crea valor social. En un entorno donde la información es abundante pero no siempre fiable, las empresas farmacéuticas tienen la responsabilidad de ofrecer contenidos educativos que mejoren la cultura sanitaria y refuercen la prevención.
Tesis:
Las campañas que priorizan educación y prevención fortalecen la relación con pacientes y profesionales de la salud. Pero el objetivo va más allá de las métricas de mercadeo: se trata de alinear lo que decimos con lo que hacemos y demostrar congruencia entre nuestros mensajes y nuestras acciones.
Ejemplo:
Un programa de adherencia bien diseñado puede ilustrar esta visión. Imagínalo: una plataforma digital que brinda contenido educativo sobre enfermedades crónicas, recordatorios de toma de medicamentos y acceso a consultas virtuales. La base de nuestra reglamentación viene de origen con el principio básico inherente al ser humano —el derecho a la salud— consagrado en la Constitución Política Mexicana y reflejado en el Reglamento de la Ley General de Salud. Al centrar los esfuerzos en el paciente, la campaña no solo cumple la norma, sino que también genera un círculo virtuoso: pacientes mejor informados, mejores resultados clínicos y mayor confianza en la marca.
Beneficio:
El impacto se traduce en resultados clínicos favorables, fidelización de los pacientes y reputación positiva. Las farmacias y distribuidores ven en la marca un aliado responsable; los médicos, un socio que respeta su papel; y los consumidores, un referente de calidad y ética.
Buenas prácticas:
- Define objetivos sociales claros: ¿Qué problema de salud pública quieres ayudar a resolver?, ¿Cómo medirá la campaña su impacto?
- Mide y ajusta: Evalúa indicadores como adherencia terapéutica, satisfacción del paciente, participación en programas educativos o reducción de dudas sobre el tratamiento.
- Comunica con transparencia: Explica las limitaciones de los productos y anima a la consulta médica.
- Colabora con instituciones de salud y organizaciones de la sociedad civil: La unión con expertos y asociaciones legítima tus mensajes.
La confianza se construye con hechos, no con slogans. Al integrar el marketing social en la estrategia de salud, las empresas demuestran que su propósito va más allá del lucro: buscan mejorar la calidad de vida y contribuir al bienestar colectivo.
Próxima columna: Omnicanal en farma: cómo mejorar la relación médico-paciente sin saturar.
¡Nos leemos la próxima semana!
Alfonso Jiménez Velázquez es licenciado en Diseño para la Comunicación Gráfica, especializado en publicidad y mercadotecnia. Desde el 2001 está vinculado al sector farmacéutico y ha desarrollado estrategias que combinan creatividad con cumplimiento normativo ante la COFEPRIS. En el 2025 publicó “Consulte a su Mercadólogo”, la primera guía práctica de marketing farmacéutico en México. Actualmente es subdirector corporativo de Marketing y Publicidad en Grupo Ultra Laboratorios.
