Una innovación creada en México fue reconocida a nivel mundial por ofrecer una alternativa para la donación de órganos. Su nombre es Lifecore y se trata de un novedoso contenedor para transportar corazones para su posterior trasplante. La idea es brindar protección extrema de todos los riesgos externos mientras el personal médico lo lleva de un hospital a otro.
El trasplante de órganos enfrenta varios problemas que van más allá de la poca participación de la población. En ocasiones, cuando finalmente se encuentra uno que es compatible, es necesario contemplar que el donador y el donante no siempre están en la misma ciudad. Para este tipo de casos es fundamental pensar en la forma más adecuada para su transportación.
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Lifecore, contenedor para transportar corazones para su trasplante
A partir de lo anterior fue creado Lifecore. Se trata de un contenedor para transportar corazones destinados al trasplante de órganos. Fue diseñado por estudiantes de la Universidad Iberoamericana y el proyecto triunfó como uno de los mejores del mundo en el concurso internacional de Diseño Premio James Dyson 2025.
Los encargados de esta idea se unieron a la Dra. María del Sol García Ortegón, quien es una destacada cirujana cardiovascular y torácica mexicana, reconocida por ser la primera mujer en Latinoamérica en realizar un trasplante de corazón.
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Trasplante de órganos en México, ¿cuántos se necesitan?
De acuerdo con datos del Gobierno de México, actualizados al 5 de noviembre de este 2025, señalan que existen más de 18 mil 800 personas en espera de un trasplante de órgano distribuidas de la siguiente manera.
- 16,350 – Trasplantes de Riñón
- 2,237 – Trasplantes de Córnea
- 218 – Trasplantes de Hígado
- 23 – Trasplantes de Corazón
- 8 – Trasplantes de Hígado-Riñón
- 6 – Trasplantes de Riñón-Páncreas
- 2 – Trasplantes de Páncreas
- 1 – Trasplantes de Corazón-Pulmón
- 1 – Trasplantes de Pulmón
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Una alternativa más económica y segura en comparación con las neveras actuales
LifeCore es presentado como una solución eficiente y asequible para el transporte de corazones para trasplante que ofrece un menor costo que otros sistemas especializados y una protección superior en comparación con una nevera portátil convencional porque elimina los riesgos para el órgano durante el transporte.
Detrás de este proyecto están las y los estudiantes María José Gutiérrez Castro (Diseño de Productos y Experiencias), Rina Green (Diseño de Productos y Experiencias), Elihan de Jesús Guerrero Colorado (Ingeniería Biomédica), Galilea Reyes Olvera (Ingeniería Biomédica), Eugenio Mérigo González (Ingeniería Biomédica), Sharon Rodríguez Friedman (Ingeniería Biomédica), y Dana Bernstein (Diseño de Productos y Experiencias), quienes advirtieron que actualmente, en México, la solución más común es transportar corazones en hieleras de poliestireno con hielo picado, lo que implica un riesgo significativo de daño al órgano.
En este proceso, el destacado equipo de estudiantes fue acompañado por dos profesores: Mtro. Armando Mercado Villalobos, adscrito al Departamento de Diseño de la IBERO; y el Mtro. José Luis Urrusti Alonso, del Departamento de Estudios en Ingeniería para la Innovación.
Los profesores señalaron que, a lo largo de los años, han tratado de incentivar la colaboración entre disciplinas a través de proyectos que puedan incorporar los saberes de las y los estudiantes a los que cada uno instruye.
¿De qué material está hecho el contenedor para el traslado de corazones para su trasplante?
Para fabricar el contenedor, las y los alumnos de la IBERO utilizaron PET termoformado y PLA impreso en 3D para garantizar un cierre hermético. El contenedor dispone de un depósito de agua en contacto con dos celdas Peltier.
“El agua fría sale del recipiente y entra en un depósito de aluminio de doble pared antes de volver al depósito para enfriarse nuevamente. Gracias al contacto con el depósito exterior, la solución fisiológica en la que se sumerge el corazón se mantiene a una temperatura constante y homogénea de entre 3 °C y 5 °C, ideal para el órgano”, explicaron las y los integrantes del grupo detrás del invento.
Llegar al prototipo que participó en el concurso requirió la generación de ideas y el aprovechamiento de las fortalezas que brindan tanto la Ingeniería Biomédica como el Diseño de Productos y Experiencias.
“Posteriormente, pudimos trabajar en una idea centralizada: el equipo de diseño se encargó del modelado 3D para todas las piezas, ensamblajes y sistemas, mientras que el equipo de ingeniería se ocupó de todos los componentes técnicos, el sistema de refrigeración y la interfaz. El resultado es un producto que combina funcionalidad y comodidad, y que permite que más personas puedan acceder a un trasplante de corazón”, se lee en la descripción de Lifecore.
Durante el proceso, estas y estos jóvenes talentosos probaron numerosos sistemas de refrigeración para garantizar su precisión y ofrecer medidas ergonómicas realistas hasta encontrar una solución que funcionara tanto en el Diseño como en la Ingeniería.
