Una de las peores cosas que le pueden ocurrir a un profesional de la salud es sufrir una demanda por negligencia médica. Se trata de una situación a la que todos están expuestos al momento de cumplir con sus funciones dentro del consultorio. Además de provocar una experiencia desagradable también afecta el prestigio de los doctores de por vida.
Este tipo de casos no tienen relación con la experiencia porque le pueden ocurrir tanto a médicos novatos como a los que tienen décadas de ejercer la profesión. Por lo mismo, es necesario aplicar recomendaciones especiales dentro de la práctica diaria para reducir riesgos.
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¿Por qué puede ocurrir una demanda por negligencia médica?
Una demanda o queja por negligencia médica ocurre cuando se considera que un profesional de la salud o una institución se desvía del estándar de atención aceptado (lex artis ad hoc) y, como resultado, el paciente sufre un daño o perjuicio directo.
La autoridad encargada de revisar cada caso y actuar como “árbitro” es la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED). Y para que proceda legalmente cada caso deben existir cuatro elementos esenciales.
- Deber de cuidado: Existía una relación médico-paciente que imponía al profesional el deber de brindar un cuidado estándar.
- Incumplimiento del deber: El profesional de la salud incumplió ese deber, actuando de forma diferente a la que lo haría un médico prudente y competente en las mismas circunstancias.
- Daño: El paciente sufrió un daño, lesión o su condición empeoró.
- Relación de causalidad: Se debe demostrar que el incumplimiento del deber fue la causa directa del daño sufrido por el paciente.
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Guía para evitar una demanda por negligencia médica
La mejor forma para prevenir una demanda por negligencia médica consiste en la adecuada documentación con toda la información del paciente, la actualización médica constante y mantener una excelente comunicación dentro del consultorio, siempre respetando los protocolos éticos y normativos.
Para reducir riesgos y mantenerte protegido como profesional de la salud es necesario acatar las siguientes recomendaciones.
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Nunca te olvides de llenar el expediente clínico de cada paciente
El expediente clínico es el principal instrumento médico-legal. Debe ser completo, legible y oportuno.
- Cumplimiento Normativo: El llenado del expediente clínico se debe realizar conforme a la NOM-004-SSA3-2012.
- Legibilidad y claridad: Escribir las notas médicas, indicaciones y reportes con letra legible, sin utilizar abreviaturas (a excepción de las universalmente aceptadas), tachaduras ni enmendaduras.
- Registro detallado: Anotar todos los detalles relevantes de la atención.
- Identificación: Todas las notas deben incluir nombre completo del paciente, edad, sexo, fecha, hora, nombre completo y firma de quien las elabora.
Comunicación y consentimiento informado
Una buena relación médico-paciente reduce drásticamente el riesgo de que una complicación se convierta en una demanda.
- Consentimiento Informado: Obtener siempre el consentimiento informado por escrito para procedimientos invasivos, cirugías, tratamientos de alto riesgo o investigaciones te protege de una demanda por negligencia médica.
- Debe ser comprensible, completo, oportuno y veraz.
- Debe explicar claramente: Objetivo del procedimiento, riesgos (frecuentes y poco frecuentes), beneficios esperados y alternativas razonables.
- Trato digno: Brindar un trato digno, respetuoso y sin discriminación, en apego a los principios éticos.
- Información oportuna: Informar al paciente sobre su diagnóstico, pronóstico y evolución de manera clara y en un lenguaje que pueda entender.
Actualización médica constante
La impericia (falta de conocimientos técnicos o habilidades) es una de las causas de la mala práctica.
- Conocimiento vigente: Mantenerse actualizado mediante cursos de perfeccionamiento, diplomados y educación médica continua siempre es de utilidad para evitar una demanda por negligencia médica.
- Certificación: Contar con el Título, Cédula Profesional y Certificación vigente de la especialidad correspondiente, y que estén debidamente registrados ante las autoridades competentes.
- Guías de Práctica Clínica: Aplicar las Guías de Práctica Clínica y los estándares de atención médica establecidos para su especialidad, utilizándolas como referencia para la toma de decisiones.
- Reconocer limitaciones: Reconocer los propios límites de competencia profesional y referir al paciente de manera oportuna y adecuada a otro especialista o institución cuando el caso lo requiera o exceda su capacidad.
Cumplimiento de deberes éticos y legales
- Principio de beneficencia: Promover el mayor beneficio para el paciente, asegurándose de que el beneficio siempre sea mayor al riesgo.
- Objetividad: Basar las decisiones clínicas en la evidencia científica y no en opiniones personales o prácticas obsoletas.
- Confidencialidad: Garantizar la protección y confidencialidad de los datos personales y de salud del paciente, conforme a la normativa aplicable.
- Seguro de Responsabilidad Profesional: Contratar un Seguro de Responsabilidad Civil Profesional es una medida de protección financiera crucial en caso de enfrentar una demanda por negligencia médica o queja ante la CONAMED.
