La tecnología ha traído diversos beneficios al mundo pero también ha generado algunos aspectos negativos. Dentro de este segundo rubro se encuentra el autodiagnóstico de salud porque cada vez es más común entre la población. Esta mala práctica ha sido impulsada por las redes sociales y también por plataformas que funcionan mediante la inteligencia artificial (IA) y ofrecen respuestas a toda clase de preguntas.
Buscar respuestas para síntomas físicos o emocionales a través de aplicaciones de IA, videos de TikTok o publicaciones en Instagram se ha convertido en una práctica habitual. De acuerdo con datos de Kaiser Family Foundation (KFF), 55% de los adultos usa redes sociales al menos ocasionalmente para obtener información o consejos sobre salud.
Autodiagnóstico de salud, una mala práctica entre la población
Un estudio del Annenberg Public Policy Center hecho en Estados Unidos y publicado este año, mostró además que 79% de los adultos en Estados Unidos ha buscado en línea información sobre síntomas o enfermedades. Mientras que el 63% considera “algo o muy confiable” la información generada por IA, aun cuando estas herramientas no sustituyen una evaluación clínica.
Publicaciones médicas como JAMA han advertido que los sistemas de IA generan respuestas basadas en patrones generales y no en la historia clínica de una persona, lo que incrementa la probabilidad de error y retrasa el tratamiento oportuno.
Riesgos en torno a un tema popular: la pérdida de peso
El interés por bajar de peso es uno de los motores principales detrás de estas búsquedas. Un estudio publicado en BMC Global Public Health en 2024 centrado en el análisis global de búsquedas sobre semaglutida, popular fármaco usado para pérdida de peso, identificó un crecimiento sostenido y acelerado del interés mundial, especialmente en consultas como “cómo obtener el medicamento” y “semaglutida para adelgazar”, que sumado a decenas de videos de personas hablando de cómo perder peso fácilmente, crean un fenómeno de alto riesgo.
El Dr. José Antonio Castañeda, cirujano bariátrico y metabólico con más de 20 años de experiencia explica que “la información viral simplifica diagnósticos complejos, genera expectativas irreales y promueve soluciones que suelen omitir riesgos, efectos adversos o criterios clínicos de seguridad y esto es algo particularmente latente en temas de pérdida de peso”.
La salud no es un trend
Para el especialista, el impacto de este fenómeno se ha hecho presente en su práctica médica cotidiana. Asegura que cada vez es más común el autodiagnóstico de salud entre sus pacientes porque se han incrementado los casos de personas que primero buscan información en internet para supuestamente curar sus malestares y después, cuando no lo consiguen, finalmente acuden con un médico.
El especialista también explica que muchos pacientes confían en los contenidos virales porque prometen resultados rápidos y personalizados, aunque en realidad se basan en tendencias generales.
“La gente cree que la IA ‘analizó su caso’, pero en realidad da respuestas genéricas. Y en el caso de las redes sociales, muestran historias que parecen fáciles de replicar, pero cuando alguien lo prueba y se enfrenta a las complicaciones, ahí es cuando buscan al médico”, señala.
El exceso de información no verificada fomenta la cibercondría
Y el fenómeno del autodiagnóstico de salud no se limita al ámbito físico. El consumo excesivo de información a través de redes sociales también fomenta la llamada cibercondría, una ansiedad alimentada por la búsqueda de síntomas y etiquetas sin evaluación profesional.
El abordaje responsable de la pérdida de peso siempre comienza con una evaluación médica individual donde se consideran antecedentes clínicos, comorbilidades, hábitos, estado emocional y metas realistas.
Finalmente, Castañeda aclara que el objetivo no es demonizar la tecnología, sino aprender a usarla inteligentemente. Cuando se utiliza con moderación y de una forma adecuada es una herramienta de gran utilidad.
