Los tiempos cambian y hoy más que nunca la tecnología está presente en todos los ámbitos de la vida. Dentro del ámbito médico, contar con un sistema de salud digital interoperable va más allá de los beneficios que ofrecen las herramientas de este tipo. Incluso las ventajas no sólo son para los doctores y los pacientes sino para los propios gobiernos.
La interoperabilidad se define como la capacidad de diferentes sistemas, dispositivos y aplicaciones para comunicarse, coordinar e intercambiar información de manera segura y eficiente. Todo lo anterior equilibra la disponibilidad de datos con la privacidad del paciente y elimina los silos de información.
También lee: IMSS rompe récord: alcanza la cifra más alta de puestos de trabajo registrados de la historia
¿En qué consiste contar con un sistema de salud digital interoperable?
Un sistema de salud digital interoperable es aquel donde los diferentes sistemas de información de salud como expedientes electrónicos, sistemas de laboratorios, farmacias, aseguradoras y aplicaciones móviles tienen la capacidad de intercambiar, integrar y usar los datos electrónicos de manera fluida, oportuna y segura.
Para decirlo de otra forma, significa que todos los sistemas “hablan el mismo idioma”, sin importar quién los haya fabricado o en qué hospital se haya generado la información.
Gráfica del día: Las mejores universidades del mundo en 2025
¿Cuáles son los beneficios de contar con un sistema de salud digital interoperable?
De acuerdo con estimaciones de Transform Health México, nuestro país podría ahorrar entre 24 y 40 mil millones de pesos anuales y reducir hasta 18% los tiempos administrativos con la implementación de un sistema de salud digital interoperable.
“El expediente clínico digital no debe ser un privilegio, sino un derecho de todos los mexicanos. La interoperabilidad es la base para un sistema de salud más justo, transparente y centrado en las personas”, afirmó Gustavo Ross Quaas, líder de Transform Health México.
Esta situación se genera en un momento en el que México acelera su transición hacia la salud digital. Tan sólo el IMSS avanza con su Cédula Digital de Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) impulsa el uso responsable de la inteligencia artificial (IA) en sistemas públicos.
También lee: Premio Vitalis 2025 a los mejores médicos certificados de México: Lista con todos los ganadores
Principales retos que enfrenta México
El problema es que a pesar de lo anterior México carece todavía de un modelo común para compartir información médica entre instituciones, lo que limita la eficiencia y la continuidad del cuidado.
En la actualidad México enfrenta retos importantes en su sistema de salud: 28% de la población, equivalente a 35.7 millones de personas, no tiene afiliación a ninguna institución pública de atención médica.
La falta de cobertura ha impulsado la atención privada no regulada y gastos de bolsillo que representan cerca del 40% del gasto total en salud, una de las cifras más altas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La digitalización y la interoperabilidad son esenciales para cerrar estas brechas, garantizar el derecho constitucional a la salud y fortalecer un sistema más eficiente y seguro.
Por otra parte, de acuerdo con información del IMSS, la entidad ha registrado 53.7 millones de expedientes clínicos electrónicos, lo que lo sitúa como uno de los sistema de salud digital más avanzados del mundo; sin embargo, gran parte del sector público aún opera con plataformas aisladas o no interoperables, lo que limita el intercambio de información médica entre instituciones y la continuidad de la atención.
Interoperabilidad y digitalización al servicio del paciente
La interoperabilidad permite que los pacientes accedan a sus historiales clínicos y recetas electrónicas de manera rápida y segura, agilizando la atención y reduciendo tiempos de espera. Además, la digitalización disminuye la duplicidad de estudios y procedimientos, lo que aumenta la eficiencia del sistema y mejora la seguridad, evitando errores médicos y optimizando recursos.
La continuidad de la atención se fortalece, ya que laboratorios, farmacias, especialistas y aseguradoras pueden coordinarse efectivamente, garantizando seguimiento integral, especialmente para pacientes con enfermedades crónicas.
