Cómo influyen los animales de compañía en la regulación emocional y la salud cardiovascular

Los animales de compañía ocupan un lugar cada vez más importante en la vida de las personas, no solo como fuente de afecto, sino también como aliados en la promoción de la salud. Diversos estudios han demostrado que convivir con mascotas, especialmente perros y gatos, puede influir positivamente en la regulación emocional y en la salud cardiovascular, aportando beneficios que van más allá del bienestar psicológico.

Desde el punto de vista emocional, la interacción con animales favorece la reducción del estrés y la ansiedad. El simple acto de acariciar a una mascota puede disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la liberación de oxitocina, relacionada con el apego y la sensación de calma. Esta respuesta fisiológica contribuye a una mayor estabilidad emocional y a una mejor gestión de emociones como la tristeza, la irritabilidad o la soledad.

Los animales de compañía ofrecen un apoyo emocional constante

Las mascotas también ofrecen una forma de apoyo emocional constante. Su presencia genera rutinas, sensación de compañía y un vínculo libre de juicios, lo que resulta especialmente beneficioso para personas que atraviesan momentos de duelo, depresión o aislamiento social. Cuidar de un animal fomenta la responsabilidad y el propósito, factores clave para el equilibrio emocional.

En cuanto a la salud cardiovascular, los beneficios son igualmente relevantes. Las personas que conviven con perros suelen realizar mayor actividad física, especialmente caminatas diarias, lo que contribuye a mejorar la circulación, controlar el peso y reducir el riesgo de enfermedades del corazón. Incluso en hogares con gatos, la convivencia se ha asociado con una menor presión arterial y una reducción del riesgo de eventos cardiovasculares a largo plazo.

También favorecen el autocuidado

Además, la compañía animal puede ayudar a regular la frecuencia cardíaca y la presión arterial en situaciones de estrés. Interactuar con una mascota durante momentos de tensión favorece una respuesta cardiovascular más estable, reduciendo picos de presión y promoviendo una recuperación más rápida del organismo.

Otro aspecto importante es el impacto indirecto en los hábitos de vida. Las personas con animales de compañía tienden a mantener horarios más regulares, pasar más tiempo al aire libre y establecer rutinas que favorecen el autocuidado. Estos comportamientos influyen positivamente en la salud del corazón y en el bienestar general.

Los animales de compañía no solo enriquecen la vida emocional, sino que también contribuyen de forma significativa a la salud cardiovascular. Su presencia promueve la calma, el movimiento y la conexión, convirtiéndolos en aliados naturales para una vida más equilibrada y saludable.