Entre las acusaciones cruzadas que han surgido entre la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), las federaciones deportivas mexicanas y algunos atletas, este miércoles destacó la denuncia del Comité Olímpico Mexicano (COM), el cual asegura que médicos no acreditados de Conade han arriesgado la participación de los deportistas de México en los Juegos Olímpicos de Río 2016 por violar el reglamento de atención.

A través de Twitter el COM aseguró que “Conade pone en riesgo participación de atletas mexicanos al violentar las reglas de la Carta Olímpica en Río”.

El pasado 13 de agosto Alfredo Castillo, titular de Conade, culpó al comité de los problemas que enfrentaron los atletas con sus uniformes y ropa deportiva, acusaciones de las que el COM se deslindó, de modo que la crítica del desempeño de los médicos se antoja como una clase de revancha.

No obstante, desde la llegada de Castillo a la dirección de la Conade, la entidad gubernamental se ha mantenido en conflicto con el COM y distintas federaciones al acusarlas de no rendir cuentas sobre los fondos públicos recibidos y a sus dirigentes de eternizarse en sus cargos.

Ante este panorama, el bronce asegurado en pugilismo por Misael Rodríguez puso el dedo en la llaga, pues la Federación Mexicana de Boxeo no tiene reconocimiento legal y su dirigente, Ricardo Contreras, enfrenta acusaciones por manejo indebido de recursos. Por su parte Contreras a su vez denunció que la Conade no entregó fondos para la preparación necesaria para Río 2016, por lo que Castillo no tiene calidad moral para “colgarse” la medalla ganada por Rodríguez.

De tal suerte, el asunto de los médicos no acreditados de la Conade se presenta cono una “perla” más en este penoso desempeño de México en Río, mientras atletas como la arquera Aída Román muestran su inconformidad porque Castillo llevó a su pareja a los Juegos Olímpicos en lugar de a un “preparador o un fisioterapeuta que realmente necesitaba esa acreditación”, pues recientemente aseguró que “hay deportistas que llegan súper lesionados y que tratan de buscar la manera de componer la lesión y no pueden tener una acreditación los médicos o los fisioterapeutas porque al final hay alguien más querido ahí”.

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