El galeno tiene que aprender a pensar como empresario para sacar adelante su consultorio médico, clínica u hospital, pero llevar las riendas del establecimiento de salud puede llegar a bloquear, incluso, la mente más creativa, sin embargo, para resolver este problema puede usar el llamado design thinking.
Se trata de una disciplina que usa la sensibilidad y los métodos de los diseñadores para identificar las necesidades humanas y las oportunidades del mercado con las posibilidades tecnológicas y valor para el usuario del servicio.
El objetivo es que el pensamiento creativo ayude a innovar en el servicio médico, pero para hacerlo hay que aprender a enfrentar los problemas mediante siete principios:
1. Comprender
El médico emprendedor tiene que definir cuál es el problema de su empresa de servicios de salud.
2. Observar
Hay que estudiar cómo piensan las personas, lo que necesitan y desean (ya sean pacientes o colaboradores).
3. Definir
Se debe establecer el problema en cuestión, organizar la información reunida y resumir las alternativas al problema a fin de encontrar respuestas a los problemas del consultorio.
4. Crear
Las respuestas que se desarrollen deben buscar la satisfacción del usuario se su servicio médico.
5. Prototipar
Se refiere a crear modelos que ayuden a resolver el problema en cuestión; en otra palabras, es momento de experimentar, por ejemplo, con paquetes o servicios adicionales.
6. Testear
El presente paso busca corregir posibles fallos en las propuesta desarrolladas, pues aunque haya un fracaso, éste implica ganar experiencia.
7. Implementar
Con modelos corregidos y validados, la última etapa consiste en ejecutar el proyecto dentro del consultorio médico, clínica u hospital.
Con el design thinking el médico emprendedor puede hacer más eficientes sus reflexiones en el campo empresarial, aunque también supone una estrategia que puede convertirse en filosofía de vida para enfrentar problemas.
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