La velocidad con la que avanza la tecnología en el actualidad no tiene precedentes. El ritmo de evolución es tal que estas herramientas y recursos han revolucionado todas las categorías en donde el sector salud es quizá uno de los más beneficiados.

Aún cuando los avances a los que hoy tenemos acceso son sorprendentes, es cierto que todavía hablamos de un terreno con mucho potencial de exploración. Proyecciones de Singularity University indican que hasta el momento estamos capitalizando sólo el 1 por ciento de los beneficios y oportunidades que la era digital promete para 2030.

En el caso específico de la industria de la salud, se espera que con la óptima adopción de estos recursos, los costos en medicación, diagnósticos e investigación se reduzcan, al mismo tiempo que se agilicen todos los procesos relacionados con el tratamiento de diferentes padecimientos.

Soluciones médicas portátiles

Datos de Gartner apuntan que el mercado de los wearables podría registrar un crecimiento de 43.4 por ciento para alcanzar un valor de 30 mil 200 millones de dólares durante 2018.

De la mano de este fenómeno -relacionado con lo que se conoce como internet of things-, los pacientes podrán tener un mayor control y mejores registros de su salud a través de artículos tan comunes como un reloj de pulso o un par de tenis. Para los médicos y profesionales del sector esto representará la oportunidad de tener un mapa más completo y certero del paciente lo que facilitará el diagnóstico de enfermedades y posibles curas.

Ante la baja de costos y un mayor acceso a este tipo de dispositivos, durante 2020, el registro así como la consulta de datos de salud a través de estas terminales será tan cotidiano como realizar una consulta en la web.

Mejor salud a menor costo

Recursos relacionados con Big Data así como con la impresión 3D serán claves para reducir los costos actuales que el sector salud genera en términos de diagnósticos, prevención y tratamiento de diversos padecimientos así como en la manutención de complejos equipos.

Tan sólo en Estados Unidos se estima que el mantenimiento del sistema de salud representa un gasto para el país igual al 18 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), dato que para 2040 crecerá a 34 por ciento, de acuerdo con el Departamento de Salud de la Unión Americana.

La optimización de los procesos gracias a la certeza que podrá dar el acceso a grandes cantidades de datos alineados con la creación de prótesis, instrumentos de trabajo o, incluso, células humanas mediante la impresión 3D reducirá dramáticamente dicho gasto.

Medicina personalizada

Mediante la biotecnología descifrar el ADN de cada persona será una tarea mucho más sencilla y más accesible, lo que permitirá entregar soluciones médicas y preventivas que resultarán en una mejora sustancial de la calidad de vida de cada paciente. Se espera que en los siguientes años, esta tecnología reduzca de manera importante sus costos como consecuencia de los avances y sofisticación de las herramientas en la materia.

Por ejemplo, durante 2001 se estimaba que descifrar un genoma tenía un costo de 100 millones de dólares, mientras que 2014 el precio por conocer a profundidad el ADN de una persona era de mil dólares. Durante 2020 se espera que este procedimiento tenga un costo promedio de un centavo de dólar.

Apps y tratamientos móviles

Aún cuando no es algo nuevo, se espera que el mercado de las aplicaciones móviles crezcan en relevancia durante los siguientes años como consecuencia de mayores niveles de sofisticación y madurez del propio mercado.

La exigencia del paciente por tener mayor control sobre su salud será el principal impulsor para que las aplicaciones móviles relacionadas con el tema se perfeccionen tanto en función como en el tratamiento, diagnostico y seguimiento de asuntos cada vez más específicos.

Por ejemplo, tan sólo hasta junio de 2015, se estimaba que en las principales tiendas de apps móviles –AppStore y Google Play– existían más de 3 mil aplicaciones relacionadas con temas de salud mental, cifra que podría crecer de manera importante en el futuro próximo. De hecho, se calcula que para 2020 alrededor del 50 por ciento de los servicios de salud se realizarán a través de un teléfono inteligente.