El médico emprendedor tiene que desarrollar habilidades que le permitan dirigir adecuadamente a su equipo de trabajo a fin de beneficiar a su establecimiento de salud, sin embargo, a veces esto no se logra porque cuesta trabajo desprenderse del papel de jefe y actuar como verdadero líder, lo que implica hacer que la gente lo siga por convicción y no por obligación.
Cuando esto no se logra, es común que entre los colaboradores se presente desgaste paulatino que, a mediano o largo plazo, interfiere con la productividad.
Por ello, cabe recordar que el éxito del médico emprendedor no se mide solamente en metas alcanzadas, también en la gestión efectiva del recurso humano, así que, para conocer si el galeno está triunfando como líder, puede observar si cumple con las siguientes características:
No se nota su ausencia en el establecimiento de salud
Si bien el médico emprendedor es la cabeza del establecimiento de salud y, por tanto, hace falta su presencia para autorizar o desaprobar ciertas decisiones o procesos, esto no equivale a ser indispensable, lo cual es un buen indicio de la salud del sistema de trabajo, ya que un líder es capaz de hacer que la gente sea cada vez más efectiva y autosuficiente en sus labores en beneficio del consultorio, clínica u hospital.
Sin embargo, cuando los colaboradores se la pasan pidiendo su parecer (y resulta notorio su ausencia), esto puede significar que el médico emprendedor inspira temor en lugar de respeto, pues si bien es cierto que un mentor brinda consejo, también es verdad que un control mal dirigido coarta la capacidad de desarrollo de los colaboradores en detrimento de su productividad y capacidad de innovación.
Celebra el triunfo de sus colaboradores y no teme a la competencia
El médico que teme al triunfo de sus colaboradores porque puede opacarlo, está condenado a fracasar como empresario, ya que tenderá a rodearse de gente con capacidades medianas, o bien, no se ocupará de desarrollar sus habilidades, situación que resulta contraproducentes al impedirle delegar responsabilidades para que el establecimiento de salud siga creciendo.
Le gusta ayudar a su equipo de trabajo
Un buen líder trabaja a la par de sus colaboradores cuando la ocasión lo amerita, ya que es capaz de ejecutar cualquier tipo de trabajo y, sobre todo, disfruta compartir sus experiencias en beneficio del aprendizaje de las personas, pues esto impacta en su desarrollo profesional, la mejor integración del equipo de trabajo y, sobre todo, en el adecuado funcionamiento de la empresa de salud, algo que no hace el jefe tradicional porque está acostumbrado a mandar y mantener distancia con sus colaboradores dado que “eso no es su responsabilidad”.
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