No recordar el nombre de tus pacientes a la hora de recibirlos en tu consultorio puede incluso ser ofensivo para algunos de ellos. Por el contrario, saludarlo por su nombre hará se sienta valorado e importante.
Para evitar que tu memoria te juegue una mala pasada, te recomendamos los siguientes trucos que mejorarán tu habilidad de recordar nombres:
Consulta el nombre de tus pacientes poco antes de recibirlos
- Revisa el nombre de tu paciente en su historial clínico y repítelo varias veces. Cuando salgas a recibirlo, salúdalo y di algo como: “Qué tal, Carlos, ¿cómo estás?”. Posteriormente, durante la consulta, refiérete a él con su nombre mientras platican. Al final, repite su nombre cuando se despidan.
Realiza asociaciones mentales
- Un buen truco es crear conexiones visuales del nombre de tu paciente con algo importante que haya pasado en ese momento, de esta forma lograrás grabar su nombre en tu memoria.
Aclaración de nombres difíciles
- Si un nuevo paciente tiene un nombre difícil de pronunciar o de escribir, pídele que te lo repita y escríbelo. Después repítelo para verificar. Con esto demostrarás el esfuerzo que haces para mejorar tu atención al paciente.
Si olvidas su nombre, improvisa
- Si de último momento no fuiste capaz de memorizar el nombre, entonces recurre a otra información que puedas recordar de su última cita. Y si esto también falla, simplemente menciona que eres malo recordando nombres pero que tratarás de mejorar este punto.