Varias investigaciones han puesto de manifiesto que la pérdida del sentido del olfato podría ser un síntoma temprano que evidenciaría el riesgo de una persona a padecer Alzheimer o algún otro tipo de demencia. Tal idea podría ser reforzada por una nueva investigación realizada por expertos de la McGill University, en Canadá.

Para comprobar dicha tesis, los investigadores llevaron a cabo diversas pruebas con 300 personas que tenían familiares que habían desarrollado demencia senil. Todos los participantes fueron sometidos a un experimento para comprobar su capacidad para distinguir una gran variedad de olores fuertes. Los científicos también realizaron punciones lumbares para estudiar los niveles de proteínas relacionadas a la enfermedad de Alzheimer en el líquido cerebroespinal.

De acuerdo con los resultados, las personas que tuvieron más dificultades para identificar el olor de la gasolina también presentaron más indicadores biológicos asociados con el Alzheimer.

El bulbo olfativo es una de las primeras zonas cerebrales afectadas por la demencia. Pero este estudio no podría asegurar quiénes sufrirán esta enfermedad y quiénes no, sólo detecta una tendencia, por lo que tenemos que realizar más pruebas y análisis.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) 47 millones de personas alrededor del mundo viven con demencia, y se calcula que entre el 60 y el 70 por ciento de los casos corresponden a Alzheimer.