La consolidación de agrupaciones que se han pronunciado abiertamente en contra de la labor humanitaria de los profesionales de la salud de varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) en el Mediterráneo se ha acentuado, con especial énfasis a partir del rechazo que el gobierno italiano ha impulsado en Europa, con el fin de evitar que los inmigrantes provenientes de los países de Libia, Siria y Libano puedan llegar a la Unión Europea para recibir atención médica e incluso asilo político.
Italia | Un espacio que rechaza a los “inmigrantes ilegales”
En este sentido, dicho escenario ha propiciado que los médicos humanitarios de las ONG’s, tales como Médicos Sin Fronteras, Human Rights Watch, SOS Mediterranee y Proactiva Open Arms tengan que adentrarse en alta mar con la intención de recoger a las personas que se han visto obligadas a desplazarse de sus hogares por el terror que se vive en los territorios de África y la región oriente en el Eurasia.
Dato: De acuerdo con el Global Index for Peace 2017, las naciones de Siria, Libia y Sudán (en color rojo), forman parte del abanico de las naciones más inseguras en todo el globo terráqueo.
Italia | Contra los profesionales de la salud que ayudan a los náufragos
En este contexto, las agrupaciones italianas de Fuerza Nueva, Roma para los romanos y Casa Pound han cobrado una relevancia más importante frente al discurso de los países de Europa que miran con malos ojos a los refugiados de Libia que huyen de sus países de origen debido a la violencia, inseguridad y muerte que yace en cada esquina.
De acuerdo con el Observatorio Europeo sobre Seguridad, el 46 por ciento de los italianos tiene miedo de los inmigrantes. Es el dato más alto de los últimos diez años y un perfecto caldo de cultivo para el auge de movimientos neofascistas.
¿Debe el médico suspender su labor humanitaria en este tipo de situaciones?
Dato: Benito Mussolini fue un periodista y político italiano que con ayuda de Adolfo Hitler en 1943 y hasta la fecha de su muerte, 1945, gobernó como presidente de la nación italiana bajo un régimen dictatorial y militar por el que se vulneraron los derechos humanos de millones de personas.
Una figura que todavía se venera en el país europeo; tal y como bien lo deja ver la playa Punta Canna de Chioggia, en la región de Véneto, cuyo letrero de bienvenida anuncia: “Zona antidemocrática y del régimen”.
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