Con base en la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños padece de autismo, problema que en caso de no atenderse durante los primeros años de vida de los infantes puede afectar de manera considerable su calidad de vida y por lo cual existen diversos tratamientos con los cuales se busca ofrecer una alternativa a los afectados.

Debido a que el autismo no es una enfermedad, no cuenta con un remedio, aunque recientemente la asociación de homeópatas ingleses Eliminación Completa del Espectro del Trastorno Autista (Cease) ha causado controversia debido a que sus integrantes afirman poder “curar” el autismo con el apoyo de métodos naturales, lo cual ha sido severamente criticado por la comunidad médica.

En este caso, los homeópatas afirman que mediante el consumo excesivo de vitamina C se puede curar a los niños con autismo, lo cual provoca diarrea y fiebre en los infantes, pero ante lo cual ellos han declarado que eso ayuda para desintoxicar el cuerpo y eliminar las toxinas.

A manera de respuesta, los médicos formales se han opuesto a esta práctica y han declarado que el consumo de altas dosis de vitamina C puede causar daños irreparables en los pacientes con autismo, por lo que recomendaron evitar seguir las indicaciones de los homeópatas.

Esta discusión se ha incrementado debido a que diversos especialistas aseguran que el actual repunte de enfermedades como el sarampión a nivel mundial fue causado porque hace 20 años diversas asociaciones de homeópatas conformaron los primeros movimientos antivacunas del mundo, los cuales, sin sustento científico, afirmaban que las dosis de vacunas eran dañinas y antinaturales.