Evidentemente los países con un mejor nivel de vida son también los países donde se administran un mayor número de vacunas a los niños; sin embargo, son también naciones donde se presentan un mayor número de decesos dentro de dicho grupo demográfico, al menos así lo reveló un estudio reciente.
De acuerdo con la investigación realizada por un grupo independiente de científicos computacionales e investigadores del Think Twice Global Vaccine Institute, cuyos resultados fueron publicados en el Human & Experimental Toxicology journal, países como Estados Unidos mantienen un alto índice de mortalidad infantil pese a ser una de las naciones donde más dosis de vacuna se solicitan anualmente,
El estudio fue realizado entre las 34 naciones donde más dosis de vacuna se solicitan anualmente, entendiendo por “dosis de vacuna” la cantidad exacta de medicina que será administrada a un paciente. De tal modo, las vacunas triples son consideradas como 3 dosis, pues 3 fármacos son administrados al mismo tiempo.
Aunque generalmente un alto índice de mortalidad infantil se relaciona con otros factores como falta de acceso a servicios de salud o una deficiente infraestructura (común en las naciones más pobres), el citado estudio busca descubrir si verdaderamente algunas muertes infantiles podrían ser provocadas por una “sobre vacunación”, hecho que aún no se ha podido comprobar de ninguna manera.
De hecho, dentro de la investigación también se señala que incluso en países pobres con una alta tasa de vacunación, el índice de mortalidad infantil también se mantiene elevado. Tal es el caso de Gambia, donde a pesar de requerirse 22 dosis antes del año de edad y contar con porcentaje de aplicación de entre el 91 y el 97 por ciento, el índice de mortalidad infantil se mantiene en 68.8.
Sea como sea, lo cierto es que el citado estudio no ofrece una verdadera correlación entre la aplicación de vacunas y la mortalidad infantil; sin embargo, sirve para mantener viva la polémica que se ha generado en los últimos meses en torno a la vacunación.
