En México, el dengue, junto con otras arbovirosis transmitidas por el mosquito Aedes aegypti como el Zika y la Chikungunya, continúa siendo una preocupación importante de salud pública en 2025. A pesar de los esfuerzos previos, varios factores —climáticos, ecológicos, sociales— han favorecido la persistencia y expansión de estos virus. Los estados costeros y tropicales, así como regiones del norte que antes no eran foco endémico, ahora registran brotes crecientes.
Según reportes oficiales, hasta la semana 22 del año, México registra varios miles de casos confirmados de dengue, con un descenso comparativo respecto al mismo periodo del año anterior, aunque en ciertos estados la incidencia sigue siendo alta. La distribución geográfica muestra que entidades como Jalisco, Veracruz, Michoacán, Guerrero y Tamaulipas concentran un gran porcentaje de los casos.
Para hacer frente a esta situación, en enero de 2025, la Secretaría de Salud lanzó el Plan Nacional para el Control del Dengue y Otras Arbovirosis 2025-2030. Este plan tiene como meta reducir en un 50 % los casos de dengue, Zika y Chikungunya.
Nuevas estrategias principales para frenar el dengue y otros virus
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Vigilancia y alertamiento temprano
Se están desplegando cerca de 220,000 ovitrampas en 30 estados, 364 municipios y 712 localidades para monitorear la densidad del vector y detectar zonas de alto riesgo. -
Control de vectores más innovador
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Uso de larvicidas e insecticidas de larga duración, nebulizaciones.
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Liberaciones de mosquitos infectados con la bacteria Wolbachia, que reduce la capacidad del mosquito para transmitir los virus. Estas liberaciones se harán de forma escalonada en regiones como la Península de Yucatán, la Costa del Pacífico Norte y el noreste / Golfo de México.
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Participación comunitaria y control local
Se incentiva la eliminación de criaderos, limpieza de patios y espacios públicos, involucramiento de vecinos, escuelas, hospitales para mantener vigilancia comunitaria. -
Fortalecimiento clínico y de laboratorio
Se plantea mejorar la capacitación de personal médico en el manejo de casos con signos de alarma, fortalecer diagnósticos y unidades de atención especializada, mejorar los laboratorios estatales de salud pública. -
Investigación y desarrollo
Entre las iniciativas está el desarrollo de una vacuna contra el dengue, además del estudio de nuevas herramientas genéticas y biológicas para interrumpir la transmisión.
Retos y consideraciones
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Garantizar financiamiento suficiente y sostenido para ejecutar todas las fases del plan.
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Aumentar la capacidad institucional a nivel estatal y municipal (personal, equipamiento, materiales) sobre todo en zonas históricamente desatendidas.
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Adaptar estrategias al cambio climático, pues lluvias intensas, temperaturas más cálidas y cambios en los patrones de precipitación favorecen la proliferación del vector.
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Lograr la aceptación comunitaria de intervenciones como el uso de Wolbachia o insecticidas, que pueden generar dudas o resistencia.
La estrategia nacional de México para 2025‐2030 combina vigilancia, control de vectores con innovación biológica, participación comunitaria y mejoras en la atención clínica como elementos centrales. Si estas estrategias se implementan con rigor y equidad, podrían marcar un antes y después en la lucha contra el dengue y otras arbovirosis en el país.