La mayoría de los emprendedores se preocupan por un sinnúmero de detalles antes de lanzar su empresa, tanto así que en muchas ocasiones sucede que, por falta de tiempo o un simple descuido, olvidan pensar en el nombre de la empresa.
Cuando se trata de tu empresa de salud, el nombre importa y mucho. De hecho su relevancia es tal, que un buen nombre puede significar la diferencia entre llevar el negocio hacia el éxito o predestinarlo al fracaso.
Elige el nombre correcto
Existe un gran número de variantes que influyen a la hora de idear el nombre de una marca. Algunos pueden ser muy generales o muy delimitantes; otros pueden ser muy extravagantes o pasar desapercibidos. El nombre tiene un gran poder, por eso debes elegir el que más vaya con las características de lo que ofreces como profesional de la salud.
A continuación te presentamos algunos consejos que debes tener en cuenta para que analices los nombres que tienes en mente y elijas el que más te convenga:
¿Qué quieres conseguir para tu empresa?
Antes de elegir un nombre, piensa que éste puede diferenciarte de la competencia y reforzar la imagen empresarial. Por eso es muy importante que definas el posicionamiento que deseas alcanzar antes de elegir un nombre. Recuerda que puede ser un nombre simple, humano y distinto a los demás.
Evita nombres limitantes
Quizás por el momento tus servicios de salud no ofrecen una gran variedad al público, pero si a futuro planeas expandirte, lo peor que podrías haces es elegir un nombre que limite la oportunidad de diversificarte a nuevos productos.
Cuida que haga sentido con tu marca
Algunos de los mejores nombres ofrecen cierta información de lo que trata el negocio y de los servicios que ofrece. Busca uno que se relacione con tu especialidad médica o con los servicios que ofrece tu empresa de salud. Evita los nombres muy extravagantes, pues podrían terminar por no comunicar nada, además de que este tipo de nombres suelen ser un desastre.
Que tenga un significado
Procura que cuando la gente diga el nombre de tu empresa, sepa de inmediato de qué trata el negocio y cuál es el beneficio directo que obtendrán.
Que sea fácil de recordar y de pronunciar
Al momento de buscar un nombre, cuida que éste sea fácil de recordar y de pronunciar por la gente, pues de otra manera siempre tendrás el estigma de tener que deletrearlo cuando te pregunten cómo se llama tu clínica o consultorio.
Cuida que nadie lo haya registrado antes
De nada servirá que hayas encontrado un buen nombre si otra empresa ya lo registró. Puedes investigar en el Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual.