Pareciera algunas personas nacen con el don de la negociación; sin embargo, existen otras tantas que no poseen tan envidiable cualidad, pues negociar no es algo que se pueda aprender de manera sencilla.
No obstante lo anterior, en ocasiones lo único que se necesita para cerrar un buen trato es actitud… Si te desenvuelves de manera segura ten por seguro que llegarás a un mejor acuerdo. Si debes firmar un contrato con un proveedor o con un laboratorio farmacéutico, tener una mente positiva te ayudará a manejar la situación cuando las cosas cosas se pongan difíciles.
Por eso, antes de firmar, mira los siguientes consejos:
No te presiones
Si firmas sin tomarte tu tiempo el contrato podría terminar mal. Lo que es peor, a mucha gente le da flojera negociar y lo único que desean es terminar con este proceso rápidamente. Si deseas que las cosas salgan mejor, analiza mejor la situación.
Pide asesoría
Quizá no sea tu fuerte negociar un contrato; sin embargo, siempre puedes pedir la asesoría de un abogado o de cualquier otro experto para que revise contigo lo que vas a firmar.
Prepara una lista de puntos
Se trata de un documento que contendrá a grandes rasgos lo que necesitas de dicho contrato. Trata de buscar un equilibrio para que ambas partes estén contentas. Pero si al final del día nadie logra llegar a un acuerdo, entonces no te desgastes firmando un contrato que no va a funcionar.
Paso a paso
No comas ansias y trabaja tu estrategia lentamente y sin descuidar tu actitud. A la hora de negociar empieza por los puntos de menor importancia para que después pongan sobre la mesa los aspectos más difíciles.
¿Qué es lo que esperas?
De qué sirve negociar si de inicio no tienes idea de lo que esperas ganar con este contrato. Piensa bien lo que quieres antes de lanzarte a negociar, de lo contrario serás presa fácil para los tiburones.
No tengas miedo de hablar
Evita comunicarte por correo electrónico con tu negociante. Lo mejor es dejar todas las cosas en claro frente a frente para evitar confusiones, así sabrás cuáles son las verdaderas intenciones de la otra persona.
Imagen: Bigstock