En México los sistemas de medicina alternativa y tradicional tienen un extenso precedente histórico, que se remonta a la época precolonial. El conocimiento herbolario indígena se preservó en el país y, con los años, se le ha acompañado de otras disciplinas foráneas, como la homeopatía, la quiropráctica y la acupuntura, prácticas que incluso se están popularizando entre la futura generación de profesionales de la salud en algunas entidades.

En este sentido, Susana Rivera Vázquez, directora de la Escuela de Estudios Superiores en Medicinas Alternativas y Complementarias, afirmó que las carreras de Cosmeatría (técnicas para cuidar la salud y belleza del rostro con masajes, ungüentos, etcétera) y Métodos Alternativos (combinación de naturismo, aromaterapia, herbolaria, kinesiología, etcétera) han aumentado su matrícula en los últimos años.

Afirmó que, aun cuando al principio la institución solamente recibía a un puñado de interesados, ahora se tienen registrados más de un centenar de alumnos en su escuela. Aseguró que los practicantes han sido bien recibidos por los centros de salud de Puebla, lo que le indica una mayor tolerancia de parte de los profesionales de la salud convencional hacia la medicina alternativa.

Los estudiantes realizan prácticas y servicio social en los hospitales del Norte, de la Mujer, en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado en Puebla (ISSSTEP) y en los hospitales integrales del estado, así como el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) y en la Casa del Abue.

Rivera Vázquez comenta también que los alumnos de la Escuela le han permitido a los hospitales reducir su consumo de morfina para las operaciones en quirófano. Afirma que el desempeño de sus graduados para reducir el dolor y algunos síntomas ha sido tal, que algunos médicos ya realizaron solicitudes formales a universidades de medicina en Puebla para incluir en su currículum de materias algunas nociones de medicina tradicional.

De acuerdo con el Dr. José Rodríguez Domínguez, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la medicina alternativa existe en el país desde hace años, pero todavía no existen bases de datos que especifiquen sus beneficios al sistema de salud nacional. Sin embargo, afirma en su estudio que estas prácticas tenderán a crecer, compitiendo o complementando las terapias convencionales.