En Holanda, una mujer que fue víctima de abuso sexual a lo largo de una década fue autorizada a recibir muerte asistida, ya que no pudo superar el estrés postraumático, anorexia, depresión y alucinaciones que esto le ocasionó.
Bajo el argumento de que sus problemas eran incurables y dolorosos, los médicos autorizaron la muerte asistida a esta mujer de 20 años de edad en 2015.
Tras realizarle varios estudios, los médicos confirmaron que la mujer era capaz de tomar la decisión de quitarse la vida, sin embargo, el caso salió a la luz recientemente gracias a varios documentos difundidos por la Comisión Estatal para la Eutanasia de Holanda.
Si bien la muerte asistida es permitida por la ley holandesa dese el 2002, éste es el primer caso que se autoriza por problemas psicológicos y no físicos.
