Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) crearon un chip de microfluidos que permite analizar cómo funcionan las células cancerosas ante los campos eléctricos, tecnología que podría ser útil en la creación de terapias eléctricas contra cáncer.
Los investigadores observaron que los campos eléctricos con valores entre un máximo y un mínimo muy concretos, de baja intensidad y frecuencias medias, frenan el crecimiento y propagación de células cancerosas en pulmón y mama sin ocasionar efectos adversos en las sanas que se encuentran próximas.
El nuevo desarrollo tiene dimensiones semejantes a una moneda de un dólar estadounidense y fue creado para ayudar a los científicos a concretar los intervalos seguros de valores de los campos eléctricos para tratar, entre otros tipos de cáncer, el de pulmón y el de mama.
Durante varios años la comunidad científica estuvo experimentando con el uso de campos eléctricos para tratar células malignas, por lo que el logro de Andrea Pavesi y Giulia Adriani consiste en que se observó que el campo puede influir en la alineación de moléculas polares (como los microtúbulos) en las células tumorales, las cuales son necesarias para la división celular y crecimiento del tumor.
Por ello, los científicos esperan que su desarrollo ayude considerablemente a otros investigadores en el estudio de distintos tipos de cáncer.
Imagen: Scientific Reports