La tecnología ha resultado fundamental para el avance y desarrollo de la medicina y cada vez resulta más común la aparición de dispositivos que funcionan de apoyo al trabajo del médico para enfrentar enfermedades o dolencias de los pacientes. En este sentido, especialistas del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) diseñaron un pequeño aparato, del tamaño de una tarjeta de crédito, que funciona para combatir la distrofia muscular, por lo cual ha llamado la atención de la comunidad mundial.
A través de un boletín, científicos del IBEC explicaron la forma en que funcionará este nuevo dispositivo con el que se busca ayudar a los pacientes con distrofia muscular.
Con este dispositivo valoraremos la eficacia de los fármacos relacionados con la distrofia muscular de manera personalizada, sin el uso de animales, mediante el cultivo de células musculares del propio paciente.
En este caso, para la elaboración del dispositivo se emplearon células de la piel de pacientes y de esta forma se creó un tejido muscular esquelético mediante una bioimpresión 3D. De esta forma, se tiene planeado que el equipo funcione para probar los distintos fármacos que se suelen emplear contra la distrofia muscular y así verificar la efectividad que tendrán en el paciente.
En ese sentido, para lograr que el tejido muscular funcione, se le aplicaron campos eléctricos para estimular su contracción, lo que permitió que el tejido sea capaz de expresar una serie de metabolitos con los cuales es posible medir las interleucinas y citocinas, proteínas que son clave para combatir la distrofia muscular.
Posteriormente, el tejido es integrado en el dispositivo que emplea canales de microfluídicas para poder analizar los fármacos y así verificar su efectividad en el paciente.