Una de las primeras cosas que un periodista tiene que aprender a hacer es estructurar y redactar una nota y, para ello, debe conocer qué es la pirámide invertida, lo cual, también ha de convenir al médico redactor para ofrecer escritos atractivos y digeribles a sus lectores digitales.
La pirámide invertida sugiere organizar la información por orden de importancia, de mayor a menor, ofreciendo respuestas a las preguntas qué, quién, cuándo, dónde, por qué y cómo.
Al respecto, cabe mencionar que el uso de la pirámide invertida ha persistido en los medios digitales porque satisface las necesidades de los usuarios, ya que desean saber qué pasa tan pronto como comienzan su lectura.
Por tanto, el médico redactor puede verse beneficiado al conocer los tres niveles de uso de la pirámide invertida que presenta Guillermo Franco en su libro “Cómo escribir para la web”:
- Ayuda a organizar de forma básica la información dentro de una página web, pero se emplea principalmente en medios impresos donde ésta suele ser lineal.
- El médico redactor debe jerarquizar y clasificar la información a partir del tema principal, que se expone en el primer párrafo y, enseguida, definir subtemas para introducirlos mediante subtítulos dentro de la misma página web.
- En este caso, el médico redactor ha de dividir el texto en subtemas para aparecer en diferentes páginas web, a fin de aprovechar el potencial de enlace que ofrece la información, es decir, se trata de presentar notas derivadas que permitan introducir links y obtener clics.
El médico redactor debe saber que en la escritura digital cada pirámide invertida, sin importar si es principal o secundaria, tiene que constituirse pensando en ella como una unidad de nivel básico, a fin de agregar valor a la escritura de la nota, o bien, artículo.