Trabajar en un consultorio médico garantiza estar expuesto a todo tipo de situaciones. Es claro que algunos casos se presentan con mayor frecuencia, pero otros son tan raros que resultan difíciles de creer. Pero lo cierto es que en realidad ocurren y los profesionales de la salud son testigos.
Fue en Taiwán donde se registró un insólito caso de una mujer que llagó a un hospital con un fuerte dolor de cabeza e inflamación en los ojos. En un inicio, la paciente pensó que se trataba de tierra y eso le provocó hinchazón y ardor. Todo parecía una infección como ocurre con frecuencia en las atenciones que ofrecen los galenos. Para constatarlo, el médico a cargo procedió a realizar una revisión y se sorprendió con lo que descubrió.
Al analizar con detalle sus ojos identificó que tenía 4 abejas sudoríparas, las cuales se habían alimentado de las lágrimas de la mujer. En este caso, se trató de la variante conocida como Halictidae. Pero lo más sorprendente de la situación es que los insectos estaban vivos.
Con una pinza, sacó uno por uno a los insectos, los cuales estaban intactos. Al respecto de esta situación existe un punto muy importante. La mujer jamás se frotó los ojos porque pensó que padecía una infección y no quiso provocarse daño. La realidad es que si lo hubiera hecho, las abejas habrían soltado su veneno, lo que incluso pudo haberle causado ceguera.
Por lo pronto, la paciente ya fue dada de alta y se recupera favorablemente. Ante lo ocurrido, contó con mucha fortuna porque el caso no tuvo consecuencias mayores.
