En los últimos años, los expertos científicos y médicos han descubierto mucho sobre el cerebro humano. Sin embargo, existen todavía muchos detalles que se desconocen de su funcionamiento. Algunos casos clínicos exponen con sorpresa cómo una persona puede ser funcional incluso sin una parte de su masa encefálica. Otras investigaciones todavía realizan hallazgos sobre la interacción entre el sistema nervioso central (SNC) y otras estructuras del cuerpo.
Pero recientemente se realizó uno de los descubrimientos más importantes de los últimos años. El responsable es George Paxinos, del Centro de Investigación en Neurociencia de Australia (NeuRA). El experto anunció su hallazgo de una nueva región del cerebro. Aunque se teorizó su existencia por años, no existían las herramientas para confirmar su suposición.
Esta región es intrigante, porque no se encuentra en primates u otros animales que estudiamos. Esta zona podría ser lo que hace a los seres humanos especiales, fuera del tamaño de nuestro cerebro. Solo puedo teorizar sobre su función. Pero debido a su localización, podría estar involucrada en el control motriz fino.
Un descubrimiento del cerebro con tres décadas de preparación
Paxinos nombró a esta nueva región como Endorestiform Nucleus. Esta zona se encuentra cerca de la conexión entre la médula espinal y el cerebro. Específicamente, está dentro del pendúculo cerebeloso inferior. El experto afirmó que desde hace 30 años había propuesto la existencia de esta estructura. Sin embargo, apenas fue capaz de corroborar su teoría visualmente con las nuevas técnicas de imagen y coloración.
Paxinos es ampliamente reconocido en el campo de la neurología. En particular, sus imágenes son ampliamente utilizadas en la práctica médica. Muchas veces sus estudios son empleados como un “atlas” del cerebro. Por ello, se usan extensamente para identificar estructuras del SNC. Incluso, algunos especialistas en neurocirugía las aprovechan como referencia para sus procedimientos.
El pendúculo cerebeloso inferior tiene un importante rol en varias funciones motrices. Por esta razón, Paxinos espera que su descubrimiento pueda ayudar al tratamiento de algunas condiciones neurodegenerativas. En particular, cree que podría ser útil en los avances respecto al Parkinson. Sus hallazgos serán explicados a detalle en un libro que será publicado en marzo de 2019.
