Dentro de las unidades médicas es fundamental el tiempo porque puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Con esto en mente, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aplica diversos códigos de urgencias para clasificar a los pacientes que requieren atención inmediata.
¿Qué códigos de urgencias tiene el IMSS?
Para otorgar servicios de salud inclusivos, equitativos y de calidad, el IMSS ha implementado a nivel nacional los Códigos Infarto y Cerebro en los servicios de Urgencias de sus unidades médicas. De esta forma se puede unificar la atención médica y brindar respuesta inmediata a personas que sufren enfermedades de tipo cardiovascular y cerebral.
Además, para fomentar el proceso de donación de órganos y tejidos que permite brindar oportunidades de vida con el trasplante, la Coordinación de Donación y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células creó el Código Vida, que permite consolidar los procesos de donación cadavérica en las unidades médicas con programas activos de donación.
Durante el evento “Códigos de Urgencias que salvan vidas”, la directora de Prestaciones Médicas del IMSS, doctora Célida Duque Molina, indicó que las estrategias han permitido mejorar la calidad y oportunidad de respuesta a favor de la derechohabiencia, ante el escenario de una pandemia de sobrepeso y obesidad que afecta a niñas, niños, jóvenes y adultos.
Afirmó que esta condición precede a la diabetes, que padecen cinco millones de pacientes en el IMSS, hipertensión que sufren ocho millones de derechohabientes y enfermedades cardiovasculares que ocupan la primera causa de muerte y discapacidad en el país.
Indicó que la intervención más importante antes de la aplicación de los Códigos es la prevención, mediante el chequeo PrevenIMSS con acciones específicas por grupo etario que inciden en la modificación por hábitos saludables. Exhortó al personal de la salud para constituirse como agentes de cambio y voceros para que se acuda a la atención preventiva.
¿Cómo funciona cada uno de los códigos de urgencias?
Mientras que la titular de la Coordinación de Innovación en Salud, doctora Gabriela Borrayo Sánchez, señaló que en Código Infarto cada minuto y acción hacen la diferencia para salvar una vida, se ha logrado aumentar la sobrevida entre personas que sufren infarto agudo, al realizar el diagnóstico en menos de 10 minutos, terapia de reperfusión antes de la media hora o un procedimiento de angioplastia antes de 90 minutos.
Detalló que se cuenta con dos Centros Reguladores, 35 Redes Integradas, 294 Unidades de Medicina Familiar (UMF) y 243 hospitales de Segundo y Tercer Nivel que aplican la estrategia, además del crecimiento de salas de Hemodinamia. Se continuará creciendo para dejar como un legado el Código Infarto Universal al dar continuidad a la capacitación y actualización del personal.
Por su parte, la jefa de Estrategia de la Dirección de Prestaciones Médicas, Araceli Gudiño Turrubiartes, explicó que el evento vascular cerebral (embolia) puede tener consecuencias graves e incluso fatales. La obstrucción de una arteria del cerebro provoca falta de oxigenación y sin atención oportuna, causar que una persona sufra parálisis en la mitad de su cuerpo.
Por ello, dijo que con Código Cerebro se busca romper el coágulo y restablecer la circulación en menos de cuatro horas y media, el Instituto cuenta con 136 hospitales y 10 Centros Médicos en el país, así como Centros Reguladores que operan desde el Centro Virtual de Operación en Emergencias y Desastres (CVOED) que orientan al paciente para trasladarse a la unidad más cercana.
Donación y trasplante de órganos
A su vez, el titular de la Coordinación de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, doctor José Arturo Velázquez García, resaltó que el Seguro Social tiene seis programas de trasplante: cardíaco, pulmonar, hepático, renal, corneal y de células hematopoyéticas, además de 86 unidades médicas con licencia sanitaria para donación y 68 coordinadores hospitalarios de donación distribuidos en todo el país.
Apuntó que con el Código Vida se realiza en forma efectiva el proceso que va desde la identificación y notificación del potencial donante, valoración clínica, confirmación de muerte encefálica, pruebas de laboratorio, entrevista familiar y la procuración de órganos y tejidos, en donde se involucran más de 100 personas entre personal directivo, administrativo y de salud.
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