¿Cómo impacta la sociedad actual a los estudiantes de medicina?

Con frecuencia, se dice que la medicina es una disciplina en constante cambio. Podemos concebirla como un organismo vivo en pleno desarrollo que se encuentra en una lucha constante por conseguir la homeostasis con su medio y alcanzar el equilibrio entre los entes que la practican y un entorno cada vez más hostil para ello. La enseñanza, el estudio y el aprendizaje de la medicina son, por lo tanto, órganos vitales de dicha unidad, la cual trata de adaptarse a un contexto incierto.

Para poder describir cómo es estudiar medicina actualmente, debemos entender dos cosas: el entorno social en el que nos formamos como estudiantes y las distintas etapas por las que pasamos.

En cuanto al entorno social, desde hace poco, hoy en día y, según parece, por varios años más, los estudiantes de medicina mantienen un deseo incansable de poder hacer público cada momento vivido o situación relacionada a su formación a través de las múltiples redes sociales. Esto como producto de la misma jerarquía médica a la que son sometidos desde el primer día que se les llama “doctor” o tal vez como una manera de auto apoyarse.

Sea cual sea el caso, no se puede negar que esto ha favorecido la producción y reproducción de estereotipos que, alarmantemente, dan prioridad al estudio de la medicina para alcanzar un status social en el que se sienten cómodos con sus semejantes dejando de lado la importancia del verdadero conocimiento médico, ya que en muchos casos, lo compartido en las redes hace hincapié a la humillación de las jerarquías menores, a latrogenias, deshumanización medica o simplemente a apoyar conductas insustanciales para la formación.

Debido a esto, desde las primeras horas en que se inicia la carrera y hasta el final de la misma, el nuevo estudiante se verá frente a una situación que podrá asimilar cómo parte fundamental de su desarrollo.

Por muchos años, el médico fue forjado como una figura geométrica exacta, la cual encajaba de manera artística en una sociedad que lo mantenía dentro de los estándares más altos de filantropía y sabiduría. Sin embargo, el acelerado y muchas veces no entendido cambio generacional ha provocado que esta figura geométrica no pueda encajar en un receptor asimétrico, provocando una fuerte división en la relación médico-paciente y en los mismos cimientos de la medicina.

Tanto ha sido esto, que durante los años universitarios es tema de cada día la incertidumbre laboral, la depresión, la ansiedad, el malbarato del esfuerzo y la inversión que cada estudiante realiza, encontrándonos muchas veces con médicos especialistas que nutren esta nube de inquietud con frases tan tajantes como “…y se pondrá peor”. Es entonces cuando se nos da una de las experiencias más inexplicables de la medicina ya que el agradecimiento de un paciente, el consejo sincero de un gran médico o el logro de un compañero nos da la suficiente tenacidad para ver de frente el caos social y querer dar un paso adelante, no tanto por nosotros, sino por los que necesitan que velemos por su salud.