La espina bífida tiene una gran presencia, sobre todo en niños. La prevención es clave y en México, se han establecido ciertos protocolos para lograr su erradicación entre la población infantil.
Si durante el embarazo, la madre ingiere diariamente ácido fólico en cantidad suficiente, el riesgo de espina bífida se puede reducir hasta en un 70 por ciento. Es por eso por lo que los médicos mexicanos (y en muchos países del mundo), nada más conocer el embarazo de su paciente, recetan este suplemento.
El ácido fólico se recomienda a las mujeres en edad reproductiva
En México, concretamente, desde el año 1992, la Secretaría de Salud recomienda la ingesta de 0,4 mg/día de ácido fólico a mujeres en edad reproductiva. En el año 1995, se agregó a los cereales ácido fólico y, en 1998, a las harinas comerciales se les adicionó 0.140 mg de ácido fólico por 100 mg de harina. Esto hace que se añada 0.1 mg/día a la dieta normal. Posteriormente, se incrementó a 0.350 mg/100 mg de harina.
Con esta nueva medida, en los cinco años posteriores a esta campaña estatal de suplementación con ácido fólico, se registraron 115 mil 992 nacimientos. Entre ellos, se presentaron 108 casos con defectos del tubo neura, que corresponde a una tasa de 9.33 por cada 10 mil nacimientos, lo que demuestra una reducción del 63,4% en espina bífida.
El neurocirujano debe valorar el diagnóstico de espina bífida
En la actualidad, también se utiliza la ecografía ultrasonido para detectar la espina bífida. Las tasas de detección a través de este método ronda el 100%, debido a la presencia de signos craneales fácilmente reconocibles como los conocidos como “limón” o “plátano”.
Se recomienda realizar ultrasonido en búsqueda de anomalías estructurales (como la espina bífida) en las mujeres embarazadas entre la semana 13 y 24 de gestación. En las mujeres con factores de riesgo para presentar defectos del tubo neura es preferible realizar ultrasonidos de última generación, debido a su alta definición.
Por último, se debe destacar que, al realizar el diagnóstico prenatal de espina bífida abierta o cerrada, se deberá enviar a la madre a valoración por el neurocirujano, quien individualizará cada caso y realizará un plan individual de manejo.