Hace apenas unos días, en México se celebraba la confirmación del éxito obtenido en las dos primeras cirugías robótica de corazón efectuadas en toda América Latina, pero actualmente, en Australia y Estados Unidos, ya se festeja la creación del primer robot cirujano con sentido del tacto.
La hazaña médica mexicana fue significativa, pues especialistas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) que recibieron entrenamiento en el East Carolina Heart Institute de EE. UU., uno de los más reconocidos en salud cardiovascular, usaron al famoso robot Da Vinci (cuya cámara ofrece imágenes tridimensionales del paciente para intervenir con mayor precisión) para efectuar dos cirugías de bypass coronario.
No obstante, el presente desarrollo, fruto del trabajo de investigadores de las Universidades de Deakin (en Australia) y Harvard (en EE. UU.), apunta a que aún estamos lejos de ver los más grandes logros de la robótica en la medicina.
HeroSurg es un nuevo robot que, a través de un sistema de retroalimentación háptica, permite al médico sentir las texturas de los tejidos que toca la herramienta, lo que permite al galeno distinguir, por ejemplo, entre el tejido sano aquel afectado por el cáncer, el cual suele ser más rígido.
Este robot cirujano con sentido del tacto posee sensores integrados en los instrumentos a fin de devolver al cirujano las fuerzas que percibe mediante vibraciones en los mandos del aparato pero, además, está habilitado para evitar colisiones entre los diferentes elementos del sistema, por ejemplo brazos robóticos y la camilla del paciente, entre otros elementos, lo que permite evitar errores.
Cabe destacar que el sentido del tacto no es la única de las virtudes del HeroSurg, pues también potencia la visión del cirujano al ofrecerle imágenes en 3D de alta resolución.
Por ello, sus desarrolladores creen que incluso podría usarse de forma remota para operar a los pacientes.
Tras efectuar pruebas de laboratorio en colaboración con expertos médicos, HeroSurg está listo para iniciar ensayos con humanos, de modo que se planea implementar esta tecnología en el sistema de salud australiano en los próximos años.
Imagen: Bigstock