Durante décadas muchos investigadores internacionales se habían planteado la posibilidad de crear alternativas que ayudarán a mejorar las enfermedades cardiovasculares. Al parecer, esto ya es una posibilidad, pues científicos chilenos han creado el primer robot capaz de construir vasos sanguíneos para bypass vascular.
Cells for Cells, compañía biotecnológica chilena, fue la encargada de aplicar la ingeniería aplicada con el objetivo de crear injertos con propiedades mecánicas y biológicas capaces de simular a las naturales.
Juan Pablo Acevedo, líder de la investigación mencionó “el robot puede fabricar vasos sanguíneos en sólo 15 minutos. La tecnología utilizada es a base de células madre y biomateriales. Definitivamente este descubrimiento hará eco en el área de salud ya que permitiría aumentar el número de personas con acceso a cirugías de bypass vascular, particularmente en los casos que supongan un riesgo para el paciente, así como la eficacia del tratamiento”.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en el mundo.
- La OMS prevé que en 2030 podrían morir aproximadamente 23,6 millones de personas a causa de una enfermedad cardiovascular.
Se ha observado que casi un tercio de las operaciones que requieren bypass vascular no se pueden realizar debido a que no es posible usar vasos sanguíneos del propio paciente como injerto, ya que la edad o la gravedad de la enfermedad no son las ideales para llevarlas a cabo, además de que los injertos sintéticos en ocasiones terminan en complicaciones post-operatorias.
Ante esta situación, Cells for Cells decidió realizar un proyecto llamado (FONDEF) en el cual trabajan científicos expertos en biomateriales, biomecánica y células madre para diseñar injertos de vasos sanguíneos de bajo calibre y diámetro controlado, con capacidades biomecánicas que pueden llegar a emular a los vasos sanguíneos originales.
Los investigadores comentaron que el robot podría ayudar a personas que padecen enfermedades de mala irrigación sanguínea como cardiopatías, diabetes, colesterol, enfermedades cerebro vasculares y patologías congénitas.
Cabe destacar que el proyecto fue desarrollado en colaboración con la Universidad de Manchester con una inversión de 150 millones de dólares para un periodo de 2 años.