Investigadores de los Centros de Cardiología de los Países Bajos y la Universidad de Ámsterdam han demostrado que se puede utilizar un contador de partículas portátil comercial y sencillo de usar para conocer las concentraciones de aerosoles en espacios públicos y ayudar a determinar los impactos de las medidas de reducción de riesgos, como las mejoras en la ventilación, según ha publicado la revista “Physics of Fluids”.
Debido al papel que desempeñan en la transmisión del coronavirus, comprender las concentraciones de aerosoles y la persistencia en los espacios públicos puede ayudar a determinar los riesgos de infección. Sin embargo, hasta ahora, medir estas concentraciones ha sido difícil y requiere personal y equipos especializados.
El desafío es lidiar con el polvo de fondo
El desafío clave con el el uso de contadores de partículas portátiles es lidiar con el polvo de fondo que prevalece en los espacios públicos. Entonces, la pregunta es si se puede distinguir estar partículas de polvo de los aerosoles que surgen al respirar, hablar, estornudar y toser.
Debido a que el polvo y los aerosoloes inhalados en los pulmones humanos difieren en tamaño, los investigadores desarrollaron una forma de restar la señal del polvo en el contador de partículas, midiendo el polvo durante algún tiempo y observando cómo cambia la señal después de que se agregan aerosoles a la mezcla.
Tal y como ha explicado Daniel Bonn, uno de los autores, “hay mucho polvo fino, por lo que realmente no podeos medir aerosoles en ese rango, pero hay un rango de tamaño razonable donde se pueden detectar los aerosoles”.
El contador se llama Fluke 985
En el estudio compararon la concentración de aerosol determinada por este método con técnicas de laboratorio y encontraron que los resultados coincidían perfectamente. Aunque este trabajo informa sobre un contador de partículas portátil específico, el Fluke 985, que se utiliza para monitorear el polvo y la calidad del aire en salas blancas, Bonn señala que los resultados no son exclusivos de este dispositivo y pueden extenderse a otros contadores de partículas también.
Este método no mide directamente la presencia de partículas virales, pero la concentración de aerosol detectada se puede combinar con datos de virus de otros estudios para así obtener una evaluación de riesgo práctica para un tipo específico de espacio público. Los hallazgos sugieren que las áreas ventiladas pueden tener concentraciones de aerosol más de 100 veces más bajas que las áreas mal ventiladas, como ascensores o baños públicos.
Lo que está claro es que los aerosoles no son la única vía de infección y que la ventilación juega un papel fundamental en espacios interiores, el distanciamiento social y el lavado de manos siguen siendo vitales.