En Estados Unidos, al menos 351 empresas están comercializando tratamientos de células madre no aprobados en 570 clínicas.
En un artículo publicado en Cell Stem Cell (“Selling Stem Cells in the USA: Assessing the Direct-to-Consumer Industry”), los expertos en bioética de la Universidad de Minnesota Leigh Turner y Paul Knoepfler, presentaron un análisis de las compañías estadounidenses que se dedican a la venta directa al consumidor de supuestos tratamientos para lesiones ortopédicas, de médula espinal, trastornos neurológicos, enfermedades cardíacas, alteraciones inmunológicas y problemas pulmonares, entre otros.
Mediante búsquedas por palabras clave en Internet, minería de textos y análisis de contenido de páginas web los investigadores encontraron estas empresas de las cuales recabaron nombre, ubicación, webs, publicidad de tipos de células madre y las quejas sobre estos métodos.
El informe concluyó que la mayor concentración de clínicas que ofertan tratamientos con células madre se encuentra en California (113 clínicas), Florida (104), Texas (71), Colorado (37), Arizona (36) y Nueva York (21).
Asimismo, fue posible observar que 61 por ciento de las empresas ofrece intervenciones de células derivadas de grasa, 48 por ciento procedentes de médula ósea, y sólo unos cuantos anuncios ofertaban células madre pluripotentes inducidas y embrionarias xenogénicas.
Al respecto, Turner comentó que éste “es un mercado que se está expandiendo de manera espectacular ante nuestros ojos. Estábamos al tanto de este crecimiento, pero nunca imaginamos su alcance y tamaño”, no obstante, señaló que “debería haber un freno, pero no existe”.
Sobre el perfil de las personas que dirigen estas clínicas, los autores explicaron que se trataba de cirujanos cosméticos y naturópatas que también estaban entrenando a otros para hacer lo mismo.
Turner denunció que desde 2009 estas empresas “han entrado en el mercado de forma rutinaria y han hecho marketing diciendo que pueden tratar entre 30 y 40 enfermedades con células madre sin que nadie haya adoptado medidas regulatorias significativas”, lo que es realmente grave puesto que para las personas supone arriesgarse a intervenciones inseguras e ilegales.
Adicionalmente, Knoepfler ha mencionado que este tipo de negocios obstaculiza que la gente participe en estudios serios con células madre y, además, pueden contribuir a desacreditar su efectividad.
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