Los datos personales deberían ser una de las grandes preocupaciones en el sector salud. Los pacientes suelen proporcionar información sensible a doctores, centros clínicos y aseguradoras. Por ello, es responsabilidad de los profesionales médicos vigilar cuidadosamente estos elementos. Sin embargo, no son poco comunes los incidentes internacionales que violan esta regla.
Uno más fue registrado en Singapur. En esta ocasión, resultaron vulnerados múltiples pacientes con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). De acuerdo con el Ministerio de Salud, hasta 14 mil 200 registros se dieron a conocer al público. Los datos personales incluían nombre de los individuos y el estado de su infección. No se conocen las razones detrás de la filtración.
Segundo strike para Singapur en datos personales
Reuters afirma que el responsable detrás de la filtración es Mikhy Farrera Brochez. Se trata de un ciudadano estadounidense con más de una década en Singapur. La agencia apunta que las autoridades asiáticas ya se encuentran investigando al sospechoso. Sin embargo, no indicaron cómo saben que el hombre fue responsable de robar los datos personales de los pacientes.
En total, se habrían expuesto los datos personales de 14 mil 200 pacientes. De ellos, 5 mil 400 pertenecen a ciudadanos de Singapur. El resto son de pacientes de otras partes del mundo a quienes se les detectó VIH en el país. Los registros nacionales incluyen diagnósticos hasta enero del 2013. Para los internacionales, hay documentos hasta diciembre del 2011.
No se dio a conocer si Brochez filtró más datos personales, aparte del nombre y el estado de VIH. El sospechoso fue encarcelado en 2017 en Singapur. Entonces, se le acusó de varios delitos por fraude y posesión de drogas. Después de cumplir su sentencia, fue deportado a Estados Unidos. Se desconoce el paradero exacto del presunto culpable de esta invasión de privacidad.
Desafortunadamente, no es la primera vez que Singapur se ve envuelto en un escándalo similar. En julio del año pasado, el corporativo SingHealth perdió los datos personales de 1.5 millones de pacientes. Entonces, el incidente fue catalogado como uno de los ataques cibernéticos más sofisticados del mundo. Entre los expedientes clínicos filtrados, se encontraban políticos del país.